La animadora Karen Schwarz se refirió a la competencia sabatina ahora que es la nueva conductora del programa ¡Qué tal sorpresa! de Latina.
¿Cómo te sientes de regresar a la pantalla chica en la conducción de ¡Qué tal sorpresa!?
- Estoy muy contenta y agradecida con Latina por volverme a llamar para asumir un reto que ya lo tenía Maricarmen Marín. Lo asumí con mucha responsabilidad, pero con un poco de temor porque evidentemente Maricarmen había calado en el programa por varias semanas.
¿Cómo ha funcionado la química con Sergio Galliani, tu compañero en el programa?
- Puse en práctica lo que me enseñó Adolfo Aguilar: no ser egoísta en televisión. Debes aprender a escucharlo, leerlo y que el televidente sienta esa conexión. Sergio ha sido muy buena onda conmigo, me ayudó muchísimo a adaptarme. Creo que hemos hecho una linda química delante y detrás de cámaras.
Pero el rating del programa no le es favorable.
- El tema del rating no lo hablamos en el set. Eso lo ve la productora y el canal, pero yo me siento tranquila con mi trabajo. Es muy fuerte competir con un programa como el de La Chola Chabuca o el de Gisela Valcárcel. Nosotros llegamos hace poco y creo que es elección del televidente.
¿Aspiras a superar ambos programas en la audiencia?
- Creo que nunca hay que ponerse trabas. Si tengo que tirarme de un paracaídas, lo haré, no tengo problemas y asumo los riesgos como todo en mi vida. El canal tomará la decisión de modificar lo que se deba cambiar. Yo estoy feliz de haber vuelto.
¿Existe la posibilidad de volver a conducir un programa de espectáculos?
- He aprendido a no decir jamás nunca. El problema de los espacios de espectáculos no es el formato, es la conducta del programa de farándula. No me arrepiento de nada. Fueron cuatro años en Espectáculos y en donde evolucioné y crecí. Fue un gran logro manejar un programa así, donde me equivoqué, aprendí y me disculpé con algunas personas que pude haber ofendido. Estoy en paz, calmada y renovada. Si me lo proponen, no tendría ningún problema en aceptar porque ya sé adónde apuntar.
¿Es verdad que quieres incursionar en la actuación?
- Sí me gustaría, pero nadie sabe que trabajé en un papel pequeño en una película de Adolfo Aguilar (Happy Ending). Si pienso actuar, me meteré a cursos. Me gustaría empezar con un papel parecido a mí, y luego lanzarme a ser la mala de la película.
¿Qué opinas de las críticas del conductor de Amor, amor, amor, Rodrigo González, tras tu regreso a Latina?
- Las peleas con Rodrigo fueron en otra etapa. Él ya no es parte de mi hoy ni de mi futuro, es un compañero de trabajo y yo nunca dije nada ni lo diré…Él también está en otra etapa, está en su mundo y yo en el mío. Este tiempo que pasó fue para refrescarnos y quedó ahí, y volver a hablar de él está de más.
¿No tendrías problemas en compartir el set con Rodrigo?
- En esta vida nunca digo no, cualquier cosa puede pasar. Yo solamente quiero hacer las cosas de la mejor manera y listo.
¿Cómo te va en tu faceta de madre de familia?
- Estoy muy feliz. Me llevo a Antonita (su hija) a todos lados. Quiero que sea parte de mi día a día, que conozca mi mundo y cuando tenga la oportunidad de decirme: “‘Mamá ¡esto no me gusta!’, ¡perfecto! No quiero que luego le tenga recelo a mi trabajo. Es parte de nuestro mundo… Ezio (Oliva, su esposo) me ayuda un montón. Antonia es muy tranquila, tiene horarios establecidos y es una bendición total. Con Ezio empezamos de cero, con una rutina, y él la hace dormir.
¿Cómo es Ezio como padre?
- Ha sido un proceso largo para él. Yo empecé desde el día cero, él lo sintió desde que la tuvo en sus brazos. El cambio fue fuerte, pero ahora está súper emocionado con Antonita.
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