En la vida, como en el mercado, hay de todo. Los hay quienes renuncian por fax – cualquier parecido con la realidad no es coincidencia – y también quienes, aparentemente, declinan ofertas a través de la radio, como el colombiano Reinaldo Rueda. La noche del miércoles, el técnico dos veces mundialista mandó a rodar al fútbol peruano y dejó en evidencia a sus nuevos actores. Los dejó con los pantalones abajo, como para que emprendieran la retirada sonrojados.
“Por algunos detalles que no estaban en lo deseado, decidí declinar la oferta de la Federación Peruana de Fútbol. El tema económico fue secundario, el problema es que lo que se habló no se escribió (en el contrato)”, declaró Rueda en el programa Dinas Sport de Colombia.
Las palabras de Rueda rebotaron esa misma noche en las webs deportivas de todo el continente. Después de semanas de negociaciones, el único candidato en serio que tenía la FPF para asumir la Unidad Técnica de Menores abandonaba el partido. Los culpables, sin duda, parecían ser otra vez los dirigentes: el presidente Edwin Oviedo, el director deportivo Juan Carlos Oblitas y, sobre todo, el gerente general Alberto Tejada, el hombre que canalizó el contrato que el ‘cafetero’ terminó rechazando.
Lo extraño de todo es que, poco antes de destapar la olla en las ondas radiales de su país, Rueda se comunicó con Oviedo y Tejada para hablar de algunos aspectos del documento. Ambos dirigentes peruanos se encontraban en Buenos Aires reunidos con Ricardo Gareca, el DT elegido para la selección de mayores. Según pudo conocer Perú.21, Rueda no dijo nada sobre declinar la oferta y Oviedo le comentó que no se preocupara, que en esos puntos no había ningún problema.
Por eso, el anuncio del colombiano dejó a todos sorprendidos. Primero a Oblitas, que no sabía que Tejada y Oviedo hubían estado el domingo y el lunes en Cali para llevarle la propuesta económica al DT. Pero también a los otros dos directivos, que creían haber cerrado todos los temas posibles con el profesional del país de la cumbia.
Una fuente al interior de la Videna aseguró que el contrato tipo que se presentó al ex seleccionador de Ecuador y Honduras no dejaba fuera los aspectos centrales de lo que se conversó en lo deportivo y económico, aunque incluía una cláusula de rescisión que bien pudo haber molestado al entrenador porque se trataba de un acuerdo a largo plazo.
“Si había dudas, se podían solucionar. Siempre que hubiese la real voluntad de aceptar el proyecto. Es raro que Rueda saliera a declarar justo cuando nosotros arreglábamos con Gareca para mayores”, expresó.
En las conversaciones que se dieron con Rueda el tema de la selección mayor nunca dejó de revolotear en el ambiente.
“Él quería estar en la selección de mayores (para esta Eliminatoria). Quizás la mejor manera de no honrar el acuerdo (para menores) fue hablar de diferencias en el contrato”, agregó el informante.
Ricky Schanks, el agente peruano que conoció a Rueda hace unos meses en Lima y que se tomó la atribución de llevar el currículo del colombiano a la Videna, ratificó ayer esta versión.
“No es que el tiempo me dio la razón, lo que pasa es que esa fue la verdad desde el principio. Reinaldo (Rueda) conversa todos los días conmigo y siempre quiso dirigir mayores, no menores. Se los dije desde el día uno y ellos no hicieron caso y viajaron a Colombia”, enfatizó.
Lo cierto es que ya no hay manera de restablecer la negociación. La confianza no es la misma desde los dos lados. La FPF se abocará ahora a presentar a Ricardo Gareca y, luego, a buscar al elegido para el proyecto Qatar 2022.
El uruguayo Víctor Púa, coordinador de menores de Peñarol y con amplia experiencia en estas categorías, asoma como un candidato de peso. Y no se descarta al argentino Daniel Ahmed, DT de Cristal, cuya buena imagen como formador de jugadores se mantiene inalterable.
Por Francisco Cairo
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