Los golpes externos marcan un cuerpo, los internos dañan el alma. La goleada de 4-1 del Defensor Sporting ante Real Garcilaso no solo se dibujó de manera justa en la cancha, sino que se fue bosquejando en la previa debido a la pésima planificación y logística del subcampeón peruano.
La ‘Máquina Celeste’ sumó el miércoles 19, ante Defensor, su tercer partido en seis días. El miércoles 12 le había ganado a Cruzeiro (Copa Libertadores) y el sábado 15 empató con Cristal (Copa Inca 2014). Tras viajar de Huancayo a Urcos y luego a Lima, la dirigencia no tuvo mejor idea que enviar al plantel en grupos a Montevideo.
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Por ello, cuatro jugadores debieron hacer una escala de cinco horas en Santiago y llegaron el martes a la 1:00 p.m. a Montevideo. Para colmo, nadie los esperó en el aeropuerto y tuvieron que tomar un taxi por su cuenta hacia el hotel donde estaba el resto de la delegación. Cuando los futbolistas reclamaron por el incidente, los directivos dijeron que “habían mandado un taxi”.
Por si fuera poco, el DT Freddy García presentó casi el mismo once en los tres partidos, con el único cambio del lateral zurdo, donde alternaron a Christian García (al que el DT ya le dijo que no jugará más), Iván Santillán y Ezequiel Brítez.
LAS OTRAS PERLAS
Más desprolijidades. En la pretemporada la dirigencia s*olo pagó 16 días del mes en enero* porque “fueron los únicos días donde se trabajó”. Además, apenas iniciados los trabajos despidieron a Joyce Conde y Jaime Linares, y les dieron 500 soles para que se regresaran a Lima. Increíble, pero real.
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