Una vez más, como ya se ha hecho costumbre, Paolo Guerrero aprovechó sus vacaciones en Lima para despertar una sonrisa en los pequeños.
El ‘Depredador’ inició su recorrido en ‘El Cubil’, un barrio ligado a la Tinchera Norte ubicado en el distrito de Magdalena.
El atacante del Corinthians demostró que, más allá de su sentimiento por Alianza Lima, es un ídolo del fútbol peruano. Paolo llegó al lugar alrededor del mediodía, acompañado de su novia y de algunos amigos. Allí repartió regalos por casi una hora y luego se dirigió a otros barrios de la capital.
De otro lado, se supo que Guerrero bautizó a su hijo Diego, de 10 años, el último sábado. La ceremonia se realizó en una iglesia de Las Casuarinas. El ariete nacional celebró hasta la madrugada, aunque igual cumplió con su obra social.
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