Momentos de terror vivió el plantel de Sporting Cristal, luego del triunfo sobre San Simón en Moquegua. Y es que la hinchada local desató su ira contra el cuadro rimense que tuvo que refugiarse en el camarín por temor a ser víctimas de alguna agresión física, como sucedió con la reserva, cuyo bus fue apedreado cuando se retiró del estadio 25 de Noviembre.
“Está muy mal estas cosas porque dañan el fútbol. Estuvimos una hora en el camarín sin poder salir. Y cuando llegamos al hotel hubo gente que nos quiso agredir. Temimos lo peor porque apedrearon al bus de la reserva”, manifestó el delantero Irven Ávila.
Trascendió que la dirigencia celeste pediría que la ADFP tome medidas drásticas contra el estadio moqueguano por las faltas de seguridad tras el intento de agresión al plantel y por el ataque que sufrió el árbitro Romer López por parte del entrenador de la reserva de San Simón, Julio Espinoza.
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