Entre el 9 y el 21 de junio de 1969 se realizó una de las primeras ambientaciones artísticas en el Perú. Se llamó Papel y más papel. 14 manipulaciones con papel periódico.
La muestra fue organizada por Juan Acha, en el local de la Fundación para las Artes. Allí, un grupo de artistas cubrió las paredes de la sala y creó estructuras con periódicos. La propuesta de Acha no solo resignificó el espacio, también planteó algo inédito en ese momento: la idea como arte.
Faltarían palabras para mencionar cómo el trabajo de Acha cruzó gran parte de la vanguardia artística de los años 60 y 70. Fue propulsor de experiencias como Arte Nuevo, donde se confrontó lucidamente a las instituciones oficiales y las estéticas tradicionales del momento.
GIGANTE LATINOAMERICANO
Con la aparición de “Teoría social del arte. Bibliografía comentada” (México, IIE-UNAM, 1986), la figura de Acha cobró dimensión latinoamericana, pues en el volumen buscaba una identidad del arte y la sociedad de la región.
Con respecto al contexto de Acha, así lo recuerda el curador Gustavo Buntinx: “Si entendemos al arte como un campo de energías y no como un mero conjunto de imágenes, en Acha se nos revela uno de los protagonistas esenciales de la escena peruana de los años 60. También su callada figura trágica: pocos como él hicieron carne tan viva de las grandes ilusiones de aquella ‘década prodigiosa’. Y de su impresionante frustración histórica, resumible en demasiados aspectos por los desastres de la llamada ‘Revolución Peruana’. Vivimos todavía las consecuencias de ese fracaso devastador”.
Por otro lado, el crítico de arte Luis Lama –desde una mirada personal– define así su relación: “Durante los años 60, Acha fue el protagonista cultural. Leía devotamente sus críticas. En cierto sentido, fue mi maestro y el mayor ejemplo de crítico de arte que me ha tocado conocer”
Hace poco se cumplieron 20 años de la partida de este crítico de arte, y es triste reconocer que todavía existe una deuda, desde la historiografía, por discutir y poner en valor el pensamiento de uno de los académicos latinoamericanos más importantes del siglo XX.
DATO
Desde los años cincuenta inicia su labor como crítico de arte en el Perú. En 1971 se traslada a México.
Por: David Flores-Hora
Crítico de arte
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