Atrás quedaron los tiempos en los que los videojuegos eran solo un pasatiempo. Hoy los ‘deportes’ electrónicos son un furor en el mundo, con campeonatos entre jugadores profesionales donde se apuesta algo más que
el prestigio. Los más habilidosos compiten cara a cara o de manera
virtual por premios millonarios.
Una forma de vivir en países como Estados Unidos y Japón, pero que en el Perú aún es vista como un vicio. Gonzalo Buleje Castañeda (27), más conocido como ‘Picoro’, es uno de nuestros pocos gamers que han podido salir al extranjero y competir de igual a igual con jugadores a los que les pagan por estar todo el día frente a una consola jugando ‘Street Fighter’, un videojuego de lucha de la empresa Capcom.
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“Yo solo puedo entrenar 12 horas a la semana, la mayoría de ellas el domingo, porque de lunes a sábado estudio y trabajo. Sin embargo, pese a eso, he podido llegar a la final de torneos como el Never Give Up, que se llevó a cabo el año pasado en Santiago (Chile). Con un personaje como
M. Bison perdí ajustadamente 3-2 contra otro de mayor poder manipulado por un jugador profesional de EE.UU. Eso me hizo conocido en el ámbito mundial porque, encima, se dio en la despedida continental de ‘Street Fighter 4’”, manifiesta el gamer, que se prepara para competir el 2 de junio en Bogotá (Colombia).
Allí participará en un torneo puntuable de la Capcom jugando ‘Street Fighter 5’, el último lanzamiento de la compañía. Luego volverá a Lima
para prepararse para un campeonato similar. Si gana ambos, habrá obtenido su pase a la gran final, que se celebrará en Japón. “Allí solo va la élite de los gamers, me encantaría asistir porque quiero mostrar que en nuestro
país hay buenos jugadores”, sostuvo el también estudiante de
Marketing.
‘Picoro’ vio por primera vez las peleas de Ryu, Blanka, Honda, Ken, Chun-Li y otros a los 6 años, gracias a su hermano mayor. Luego, siempre con Ryu, comenzó a ganarles a sus amigos de San Isidro, hasta que, a los 14 años, conoció el mundo de los videojuegos del Centro Comercial Arenales y su vida cambió.
“En ese momento comencé a competir de verdad, he apostado más de 500 soles virtualmente y en torneos hasta 120 dólares a mis rivales. También cambié de personaje y comencé a jugar con Blanka, lo cual me hizo derrotar a personajes
del juego que antes me eran invencibles”, refiere Gonzalo.
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