Elena Damiani: Una peruana en la Bienal de Arte de Venecia

“Todos los futuros del mundo (All the World’s Futures)” es el lema que el curador nigeriano Okwui Enwezor ha planteado para la muestra internacional de la Bienal de Arte de Venecia, donde la participación de la peruana Elena Damiani es fundamental, al ser una de las artistas con más presencia en la esfera internacional de las artes visuales.

La obra de Damiani es una permanente recomposición de la materia y su resistencia física. Las piedras y sus distintos estratos son el testimonio del paso del tiempo, a modo de una cala estratigráfica. Las piezas de mármol son violentadas y penetradas por un vidrio transgresor.

Robert Smithson hablaba de “la tierra como un museo” y esta artista comprende muy bien este argumento al proponer una “geología estética”, donde la materia es utilizada para la investigación y el cuestionamiento de su propia práctica artística.

En la bienal, la instalación Rude Rocks es una investigación sobre las capas de la tierra y los mecanismos de sujeción. Como menciona el curador venezolano Jesús Fuenmayor, “en la obra de Damiani todo está destinado a permanecer como está”. Efectivamente, en lugar de alterar la materia, esta artista disecciona sus componentes y los pone en evidencia.

Por otro lado, The Victory Atlas, otra de las series de Damiani, son collages donde la cartografía y el levantamiento arquitectónico se fusionan con la geométrica. Es una narrativa de lo absurdo donde los mapas intervenidos pierden toda direccionalidad y permiten cuestionar la idea de ubicación.

El trabajo de la artista es excitante y admirable. Es una reflexión pétrea de un paisaje peruano, con referencias históricas y una mirada simbólica a los recursos minerales.

DATOS

• La Bienal de Arte de Venecia estará abierta hasta el 22 de noviembre de este año.

• También participa en la exposición internacional la artista Teresa Burga (Iquitos, 1935).

• Además, el Perú tiene un pabellón, curado por Max Hernández Calvo, en el que participan Raimond Chaves y Gilda Mantilla.

Por: David Flores-Hora – Crítico de arte.

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