Pasadas las tres de la tarde, la oficina de Antonio Rodríguez, en el distrito de Magdalena, parece una sala de parto. Es que faltan pocos días para que ‘Avenida Larco, la película’, su hijo más esperado, su ópera prima, como él la denomina, vea la luz ante cientos de espectadores en el Festival de Cine de Lima, que se inicia mañana y que va hasta el 15 de este mes, y que posteriormente se estrenará en los principales cines del país.
Sin embargo, llevar a la pantalla grande la historia de la banda de rock Frágil le ha costado no solo más de un año y medio de trabajo de investigación y 800 mil soles, que no es poca cosa para una producción nacional, sino lidiar con el poco apoyo para concebir este primer largometraje documental de un grupo de rock peruano.
“La verdad es que, en el país, el sector privado aún no se la juega por este tipo de iniciativas si no ve un rédito económico. Yo he sabido tocar diez veces la puerta de una empresa cervecera para buscar financiamiento, pero no lo he conseguido”, sostiene Rodríguez.
Agrega que, cuando decidió hacer la película, luego de imaginarla en un viaje con una amiga en Junín, se tuvo que pelear con el contador de su empresa, Ayni Producciones, porque “había que meter mano a los fondos de la compañía y eso a él le parecía una locura”, cuenta.
Asimismo, revela que, al no haber registros fílmicos de la banda ni muchas fotos para 120 minutos de película, se tuvo que organizar el Concierto de la Historia de Frágil en el Gran Teatro Nacional para tener un buen registro de todas sus canciones.
“Otro problema que tuvimos que sortear fue que la única empresa que mezcla música para cine en el país cobra un dineral. Yo pensé que hasta allí llegaba con la película. Felizmente, Santino de la Torre, un ex vocalista de Frágil, nos consiguió en EE.UU. un experto que nos cobró diez veces menos y pudimos seguir”, acota.
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