Diego Daza
@DazaConZeta
En la noche del último viernes, el rey retornó a su ciudad, a la de los reyes. Armin Van Buuren estuvo en Lima. Bajó de los cielos, subió al podio y extendió sus brazos para bendecir a sus fieles creyentes que esperaban, por segunda vez, su regreso a la tierra peruana.
Como si fuese una noche en donde la música era la única religión que se pregonaba, Armin Van Buuren se convirtió en ese sacerdote que, con cada oración de su enorme biblia musical, purificaba almas y mentes. Su credo titulado ‘I live for that energy’ tuvo el poder suficiente para exorcizar a los demonios que no creían que esta leyenda viviente del trance podía elaborar un set increíble.
El Club Cultural Deportivo Lima de Chorrillos pasó de ser un centro de esparcimiento familiar a ser un templo lleno de locura. Vestido con un polo blanco, el holandés de 40 años tomó sus audífonos y, señalando hacia el cielo, dijo: “Whats up, Lima. Who’s ready for the state of trance? Raise your hands!”.
Las luces se prendieron, una gama de colores púrpuras y lilas iluminaron el recinto y, tras un estallido de gritos, el pasto tuvo que soportar los incansables saltos que daban las miles de personas que llegaron. La luna llena apareció como si supiera que debía ser parte de la puesta en escena del rubio de 1.88 m. de altura. Él iba a poner a Lima en estado de trance.
No en vano, Armin Van Buuren nació un 25 de diciembre. El mundo sabía que él era el salvador y el elegido para otorgarle al trance esa esencia que muy pocos DJ y productores le pueden dar al género musical. Con solo unos audífonos y dos pares de consolas, quien fue el mejor disc jockey del mundo hasta en cinco oportunidades, empezó su hora y media de presentación.
Armin Van Buuren tomó el escenario como si fuese el del Ultra Music Festival. ¿La razón? Sus primeros minutos fueron similares a los que tocó en el tercer día del último festival en Miami. Por ejemplo, luego de abrir su set con ‘I Live for that energy’, le siguieron dos grandes temas de Protoculture: ‘The Descent’ y ‘Pegasus (Vigel Remix)’.
Seguidamente, la casi nunca infaltable colaboración entre Van Buuren y Cosmic Gate, ‘Embargo’, también se hizo escuchar desde los parlantes. ‘I Need You’ fue el tema que emocionó a muchos. Esta canción fue lanzada este año por Armada Music y cuenta con la voz masculina de Olaf Blackwood, y es el resultado del trabajo entre Armin y Garibay.
‘My symphony of you’ también fue súper aplaudido. Este single es un ID, es decir, es un track que el holandés suele tocar en sus sets, pero que aún no estrena oficialmente. Sin embargo, el remix de ‘Heading Up High’ (hecho por el productor holandés First State) fue uno de los primeros sencillos que cantó la ‘Trance Family’.
Fanáticos sentados encima de los hombros de sus compañeros coreaban las canciones de este holandés. Algunos ondeaban sus polos comprados horas antes a los clásicos ambulantes en las puertas de estos eventos. Otro de los sencillos que más desató la euforia fue el mashup entre ‘Faded’ y ‘If It Ain’t Dutch’. “My house is your house, and your house is mine”, se cantó a todo pulmón.
‘Arcade’ (colaboración entre W&W y Dimitri Vegas & Like Mike) fue otro single que hizo que todos agitaran sus brazos de izquierda a derecha en el aire. Un set de Armin Van Buuren no puede llamarse como tal si es que no alzas tus extremidades superiores. Y más aun, si es que no aplaudes. “Let me see your clap, clap, clap!”, decía desde lo alto este compositor, quien ya va más de 800 episodios emitidos de su programa radial A State Of Trance.
Fue así que la segunda media hora cerró con temas muy ligados a la música dance. Para ciertos seguidores de la vieja escuela de Van Buuren, el hecho de que toque estas canciones y las combine con ritmos de trance, no es bien visto.
Sin embargo, la versatilidad de este músico le permite tomarse estas licencias. 45 minutos antes de que termine su presentación, Armin tocó dos de sus majestuosos temas, que son clásicos imperdibles si es que hablamos de trance. ‘Communication’ (2003) y ‘Empire of Hearts’ (2008) hicieron saber a todos que el rey no se olvida de sus raíces.
Este fue el punto de partida para que Van Buuren pueda complacer a la ‘Trance Family’ que había ido al DJ Mag Festival para verlo tocar tal y como lo hace cuando se presenta en su propio festival, llamado A State Of Trance. Fue de esta manera que este ídolo de la música electrónica desató su lado más agresivo y le dio ‘play’ al psy trance.
¿Qué es el psy trance? Tal y como lo indica su nombre, este es un subgénero dentro de este género musical. ‘Psy’ es la abreviación en inglés de ‘Psychedelic’, que en español significa ‘psicodélico’. En ese sentido, el trance psicodélico se caracteriza por tener ritmos que varían entre los 140 y 150 BPM, es decir, son muy rápidos para las demás variantes del trance.
Fue así que Armin Van Buuren tocó un tema que elaboró junto con Vini Vici, dúo conformado por Aviram Saharai & Matan Kadosh. Se trata del single ‘Great Spirit’ que cuenta también con la participación del grupo Hilight Tribe, banda musical dedicada al psy trance. Esta canción se estrenó oficialmente en diciembre de 2016.
Para finalizar estos minutos de psy, Armin Van Buuren decidió mezclar el rework que le hizo el dúo GMS a una de las grandes piezas musicales creadas por Eric Prydz, quien es un compositor, productor y DJ sueco. Se trató de ‘Opus’, legendario tema estrenado a inicios de 2016 y que es el track principal del último álbum lanzado por este músico originario de Suecia.
Conforme los minutos transcurrían, Van Buuren dejaba de lado este lado del trance para cerrar su set con otro derivado de este género: uplifting trance. Este es, quizá, el derivado más querido por la ‘Trance Family’ debido a las alegres melodías que se generan. Justamente, ‘Uplifting’, cuando se traduce al español, significa: ‘estimulante’ o ‘levante de ánimo’.
Se dice que el trance puede cambiarle para bien el humor y las energías a cualquiera. De aquí surgió el concepto de ‘I live for that energy’. Faltaban diez minutos para que Armin Van Buuren dejara el escenario y hubo personas que se levantaron del césped para solo ver cómo esta leyenda viviente del trance cerraba su set.
Con brazos hacia arriba, y con gritos de alegría, el público ya se preparaba para escuchar el último tema de la noche. Como era de esperarse, Armin Van Buuren se despidió con un emotivo single, que es un himno de romanticismo para muchos: ‘Another You’ (2015). Esta canción, que cuenta con la voz del holandés Mr. Probz, está incluido en su último álbum ‘Embrace’.
“I’m not saying, I’m not sorry… just looking for another you”, coreaban a viva voz y con los ojos cerrados la mayoría de asistentes que ya habían perdido la sensibilidad en las piernas por los tantos saltos que daban con cada drop. El remix que le hizo Mark Sixma a este sencillo es el preferido de Van Buuren para terminar sus sets en cualquier festival del mundo.
Las luces se prendieron y los hologramas detrás de él presentaron una ‘A’ pintada de rojo y blanco. Además, la letra inicial de Armin tenía el escudo peruano en el centro. Para sorpresa de todos, Armin Van Buuren tenía entre manos una bandera de nuestro país.
Se paró encima de la mesa en donde están instaladas las consolas y alzó por los aires este símbolo patrio en agradecimiento al público que le demostró que Perú está creciendo en cuanto a la música electrónica.
Armin Van Buuren es el único dios que se arrodilla y se inclina ante sus fieles creyentes. “Muchas, muchas gracias a todos. See you soon. Thank so much, Perú”, exclamó al levantarse y al desaparecer entre la oscuridad, como un ser mítico que descendió desde lo más alto para complacer a quienes creen en él.
Gracias, Armin. Una vez más demostraste por qué eres el ídolo de muchos. In trance we trust.
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