Luego de que la zona de Cantagallo fuera devastada por un incendio que arrasó con cientos de viviendas, los damnificados de la zona necesitan ser abastecidos con agua potable.
Desde el fatal siniestro hasta la fecha, un grupo de personas encabezados por Jorge Luis Baca consiguieron una cisterna de 20 metros cúbicos para dar agua a la población, pero el alto costo del alquiler del vehículo pone en riesgo el reparto de agua para Cantagallo.
“Nosotros hemos estado ayudando a las personas que lo han perdido todo y que no tenían agua para tomar o cocinar. Alquilamos la cisterna y compramos baldes y reservorios porque todo se perdió. Pero esto se va a acabar”, dijo Jorge Luis Baca.
Por tal motivo, Jorge Baca pidió que Sedapal o alguna entidad del Gobierno tome la posta para evitar el desabastecimiento de agua, lo que podría generar enfermedades en la zona.
Según Baca, la Municipalidad de Lima estaría enviando agua a Martinete, donde se han dispuesto carpas para los damnificados, pero los shipibos están en Cantagallo, lugar del cual no quieren irse por temor a perder sus terrenos.
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