Sus ojos llorosos, mirada perdida y rostro desencajado reflejaban ayer la pesadilla que aún vive Eva Bracamonte tras casi cuatro años de encierro en el Penal de Mujeres de Chorrillos. A su salida de la prisión, la joven rompió en llanto y es que, según personas cercanas a ella, aún debe enfrentar muchos miedos por los que, incluso, se solicitó resguardo policial en su residencia de San Isidro.
Se supo que la joven recibe tratamiento sicológico para recuperarse del cuadro nervioso en el que actualmente se encuentra.
Eva abandonó el centro penitenciario a las 10:14 de la mañana. Esto luego de que el último viernes un juez dirimente ordenara su excarcelación al declararse nula la sentencia que la condenó a 30 años de prisión por el asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer.
No obstante, la hija de la desaparecida mujer de negocios será sometida, en los próximos meses, a otro juicio. Como se sabe, ella había advertido, semanas atrás, que no iba a ser capaz de soportar un nuevo proceso.
CONTIGENTE POLICIAL
Eva fue conducida desde el Penal de Mujeres hasta su residencia, ubicada en la calle Paul Harris, en medio de un accidentado recorrido.
Su inseparable compañera, Liliana Castro, fue la primera en llegar a los exteriores del centro penitenciario para recibirla. Luego hicieron lo mismo, a bordo de una camioneta con lunas polarizadas, Marco Bracamonte y July Naters, padre y amiga de la joven, respectivamente.
Esta última le exigió al personal de seguridad del recinto destinar un contingente de efectivos para resguardar la integridad de Eva.
Así, se vio algo inusual. Al menos 15 policías conformaron un fuerte cordón de seguridad para proteger a la muchacha.
Al abrirse la puerta del centro penitenciario, se vio a una Eva con el rostro pálido. En todo momento desviaba su mirada al piso.
La joven subió a la camioneta de su padre y todos –excepto Liliana– enrumbaron hacia la residencia de Paul Harris, lugar donde fue estrangulada Myriam Fefer en el 2006.
Sin embargo, antes de llegar a la casa, Eva y su padre se dirigieron a la comisaría de Orrantia. Ahí, Naters, nuevamente, requirió mayor resguardo policial. Esta vez un grupo de agentes de la dependencia policial fue asignado para dar seguridad en la vivienda.
Se supo que los custodios continuarán en la casa, pues los familiares de la muchacha temen la llegada de personas que podrían perturbarla o causarle algún tipo de daño.
ROMPIÓ EN LLANTO
Tras el accidentado traslado, Marco Bracamonte brindó detalles sobre el estado de su hija. “Está sumamente nerviosa con todo esto (…) Lo primero que hizo fue llorar, no podía hablar. Evidentemente está feliz de estar libre, mira las calles y es como si estuviera en un sitio que no conoce”, contó.
No obstante, remarcó que Eva atraviesa por un shock nervioso y que está emocionalmente afectada con su situación. Ante ello, dijo que viene recibiendo atención sicológica. “Tiene sentimientos contradictorios. Por un lado está feliz al estar libre, pero triste porque ha dejado muchas amistades”, afirmó.
SABÍA QUE
- Eva Bracamonte tiene impedimento de salida del país, según dictaminó en su fallo el juez dirimente Segundo Morales. Ella será sometida a un nuevo juicio oral en los próximos meses.
- Marco Bracamonte señaló que su hija no declarará a los medios de comunicación hasta dentro de unos días. “Hay que esperar que se reponga. Ella estaba ansiosa por ver a su perrita ‘Lola’”, dijo.
- Indicó, además, que Eva evitó referirse a su hermano Ariel, quien el viernes criticó la labor del Poder Judicial en su cuenta de Twitter.
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