Diego Daza
@DazaConZeta
Sofía Carrillo es una periodista y comunicadora con alta experiencia en el campo de la prensa nacional. Sin embargo, un pequeño olvido cuando se encontraba pasando el control de migraciones en el aeropuerto Jorge Chávez, provocó que la redujeran a lo peor que le pueden hacer a la dignidad de una persona: discriminarla.
“Ya pasaron las doce del día, por eso te estás olvidando”, le dijo un funcionario de la Superintendencia Nacional de Migraciones quien, de acuerdo con el testimonio de la agraviada, se mofaba de su color de piel sin reparo alguno.
Este bochornoso incidente indignó tanto a Sofía Carrillo que la animó a hacerlo público y, también, para mostrar a nivel nacional que actualmente (en pleno siglo XXI) aún existen personas que miden y prejuzgan a las personas en función a tu raza, religión, orientación sexual o cualquier otro tipo.
En conversación con Perú21, Sofía Carrillo nos contó sobre los retos que nos espera para poder lograr una sociedad más justa y cómo podemos lograr erradicar el racismo que, desde tiempos muy remotos, ha demostrado ser un causante de retroceso, asesinatos de odio y, hasta de guerras mundiales.
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¿A qué crees que se deba que estas ‘bromas’ con contenido racista aún persistan?
— Yo creo que hay una naturalización de las prácticas racistas en nuestro país. Muchas veces la manera recurrente en la cual se han dicho ‘chistes’ o ‘bromas’, han sido tolerados y banalizados por la mayoría. Entones, necesitamos que realmente esto sea identificado como discriminación racial y racismo. Debemos trabajar a nivel formativo-educativo, así como también, a nivel Ejecutivo.
¿Qué rol tienen los medios de comunicación para sumarse a la lucha contra la discriminación racial?
— Los medios de comunicación no deben repetir ni reproducir estereotipos racistas ni discriminatorios. En muchos casos, las personas, en especial, los afrodescendientes, son animalizados y minimizados. Igual sucede con el pueblo indígena y con personas de la comunidad LGTBI. Hay una gran responsabilidad de los medios de cuestionar este tipo de situaciones y no repetir conductas racistas que afectan a las personas que no contribuyen a lo que queremos aspirar como país inclusivo y en vías de desarrollo. Además, lo que tendríamos que plantear es una lucha contra el racismo y la discriminación en todos los ámbitos, en todos los sectores y el Estado tiene que trabajar en el ámbito educativo. Tienen que mejorar las legislaciones para sancionar la discriminación.
Como ciudadanos, ¿qué obligaciones nos esperan para dejar de ser un país racista?
— Tendremos que conversar en nuestros hogares sobre qué estamos diciendo o hablando cuando hacemos este tipo de bromas. También plantearnos este tipo de afirmaciones racistas encubiertas en bromas. Lamentablemente, se da en nuestros entornos familiares, amigos y en el ámbito educativo como en los colegios. Todo esto es lo que tendríamos que hacer como ciudadanos para empezar a cuestionarnos y promover a conocer nuestros derechos. Además, tenemos la posibilidad de exigir el respeto por una cuestión de derecho. Esto no es una cuestión de revancha, sino, de derechos que tenemos que conocer. Es una lucha que es difícil, larga y dura.
Hay grupos de amigos en los cuales suele haber un afrodescendiente y al que lo llaman, a veces, ‘el negro’ pero por ‘cariño’ y ‘amistad’. ¿Crees que uno, así se encuentre con mucha confianza y en un entorno amical, no debería permitir que le digan así?
— Yo creo que cada persona tiene el derecho a afirmarse como considera. Lo que no tiene que suceder es que por la presión de grupo, por quedar bien y no tener “problemas”, aceptemos que nos humillen al no llamarnos por nuestro nombre. Muchas veces ese temor o preocupación de no generar problemas, de no caer mal, de no verse como el que reclama, hace que aceptemos situaciones que no contribuyen en nada a fomentar el respeto entre todos. Si a mí me dicen ‘hola, negrita’ yo puedo decir ‘¿por qué me dices ‘negrita’ si tengo mi nombre?’ No por cariño, debo dejar que me digan así. El cariño lo elijo yo. Yo elijo quién me da el cariño. Aparte, el cariño no se ve reflejado en la posibilidad de que tú mismo te estés otorgando de quitarme mi nombre. Aquí lo que tenemos que hacer es defender nuestro derecho a respetar nuestra identidad y a nuestro nombre.
¿Es la primera vez que te dicen algo similar?
— Me es muy cotidiano este tipo de bromas, la diferencia es que ha sido una entidad pública pero las bromas de este tipo son muy comunes. No solo las he vivido yo, sino, varios afrodescendientes. En este caso me pasó a mí que tengo la posibilidad de expresarme pero es una situación que la viven muchos y tenemos que denunciarla.
Si a una persona lo discriminan por su color de piel, ¿a dónde puede acudir para denunciar el hecho? ¿Qué pasos debería seguir?
— Hay que abrir un proceso penal en la Fiscalía de la Nación. Presentar la denuncia con las pruebas que se pueden recabar en el marco de lo que señala el artículo 323 del Código Penal que sanciona y penaliza la discriminación. Lo malo es que hay muchos vacíos legales, en general, en la normatividad para denunciar la discriminación racial o de cualquier tipo. Por eso es necesario que a nivel del Legislativo podamos tener una ley contra la discriminación, incluso, plantear una agravante como la injuria racista, en el caso de discriminación racial.
Más información:
Periodista afrodescendiente denunció discriminación racial por parte de Migraciones https://t.co/6F0UwRN4n3 pic.twitter.com/5MUeqaLZQz
— Diario Perú21 (@peru21noticias) 16 de mayo de 2017
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