Sin hacer un mea culpa por su tardía reacción en el tema, el alcalde de Carabayllo, Rafael Álvarez, afirmó hoy que su comuna asume su responsabilidad en el caso del niño Jason Alexander (9), quien falleció luego que un tobogán de metal le cayera encima de su cabeza cuando jugaba en un parque cercano a su casa.
En ese sentido, la autoridad edil informó que dos funcionarios del municipio ya fueron separados de sus cargos por este hecho.
Sostuvo que la estructura que cayó encima del menor, en un parque de la urbanización San Pedro, fue instalada por la empresa Centenario, aunque admitió que el municipio tal vez descuidó el mantenimiento de estos juegos.
“El deceso del niño tenemos que tomarlo con mucho dolor y calma. Estos aparatos fueron entregados por Centenario a nuestra administración. Heredé esto y la verdad es que quizás haya habido un descuido de nuestra gente al no supervisar el estado de esos juegos”, añadió.
Asimismo, el burgomaestre aseguró que se comunicó con los padres del niño hace unos días y les prometió respaldarlos en cualquier asunto que necesiten. Incluso, anunció que les entregaría un terreno para que construyan una vivienda.
Precisó que se han retirado los distintos juegos oxidados del distrito y prometió la instalación de otros de mejor material. “Vamos a colocar juegos que no hagan daño a ningún niño, porque los antiguos eran de lata y eso les maltrataba la piel”, subrayó.
Jason Alexander quedó en estado de coma tras caerle en la cabeza un tobogán oxidado el último domingo y falleció ayer en el Hospital de Emergencias Pediátricas, en La Victoria, tras permanecer seis días con un respirador artificial.
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