Al menos 800 bares y cantinas, entre legales y clandestinas, de la región Piura se han convertido en lugares a donde llegan a trabajar jóvenes captadas por mafias de trata de personas.
Así lo reveló la secretaria técnica de Lucha contra la Trata de Personas, Ortelia Valladolid. Detalló que las localidades en las que hay más presencia de estos bares son Paita, Sechura y Piura, y que las menores que trabajan en ellos tienen edades que fluctúan entre los 13 y 17 años.
Las víctimas, en su mayoría, son captadas en comunidades rurales. Las principales modalidades son las promesas de trabajo en el empaque de pota, laborar como anfitriona o como empleada del hogar.
Valladolid destacó que la minería informal es la causa principal de la aparición de estos bares, en los que impera la prostitución.
“Las municipalidades provinciales deberían ser las encargadas de empadronar estos establecimientos y verificar si cuentan con los documentos en regla para su funcionamiento”, destacó.
Por su parte, el jefe de la Policía de Piura, Denis Pinto Gutiérrez, manifestó que se vienen haciendo distintos operativos para desarticular las bandas de trata de personas. Empero, destacó que esto debe ser un trabajo en conjunto con los alcaldes.
“Nosotros podemos hacer más operativos, pero de qué sirve si los bares donde operan estos delincuentes no son clausurados”, lamentó el oficial.
En los últimos cinco años, la División de Delitos de Trata de la Policía de Piura recibió 1,581 denuncias de víctimas de trata de personas, de las cuales el 90% son mujeres y el 13.4% son menores de 12 años.
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