Mariella Sausa
La equidad de género es un tema que ha estado en la agenda pública en las últimas semanas. Luego de que el Ministerio de Educación diera a conocer el enfoque de igualdad de género que implementará en el currículo nacional, grupos religiosos católicos, evangélicos y padres de familia levantaron su voz de protesta, aduciendo que dicho documento promueve una ‘ideología de género’ que atenta contra la formación de los niños y adolescentes.
Mientras los grupos religiosos y pro familia aseguran que el nuevo currículo promueve una agenda LGTB y puede causar confusión entre los niños, “al enseñarles que independientemente del sexo existen otras orientaciones válidas”, los colectivos feministas acusan a estos grupos de ser homofóbicos y de responder a grupos de poder que ven los avances en derechos humanos como una amenaza.
Pero, al margen de las posiciones, alegatos y controversias, surge una pregunta: ¿es importante que en el Perú se hable de la igualdad de género? Perú21 consultó con diversos especialistas en este tema y todos coincidieron en que hablar de equidad de género es fundamental ante la violencia, discriminación y postergación que sufre la mujer peruana y que está afectando su proyecto de vida.
Las cifras lo demuestran. Según el Informe Brechas de Género 2015 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el Perú el Índice de Desigualdad de Género –una medición que refleja en qué medida las mujeres se ven desfavorecidas frente a los hombres– refleja una pérdida porcentual de 43.7%. Esto quiere decir que aún hay brechas entre mujeres y hombres en acceso a la salud, educación, trabajo y participación política, entre otros rubros.
La equidad es un derecho
Melissa Bustamente, especialista en Género y Derechos Humanos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), señaló que la igualdad de género es un derecho reconocido por los tratados internacionales y la base de una sociedad más justa, equitativa y solidaria. “Se trata de la promoción de las condiciones de vida de las mujeres para lograr su máximo desarrollo y potencial. Ello no es posible si no se logra erradicar la discriminación hacia la mujer”, señaló.
Bustamante refirió que sin igualdad de género los derechos de las niñas y adolescentes están siendo recortados. Sin embargo, en el Perú todavía hay una brecha importante que atender, pues hay muchas muertes maternas, mujeres víctimas de violencia y adolescentes que dejan la escuela por ser madres precozmente.
“El Estado peruano está preocupado por mejorar la inclusión de las mujeres, que son el 50% de la población, y el sistema de Naciones Unidas también está muy comprometido con este tema. En este contexto, la escuela es un espacio muy pertinente para brindar esos mensajes de igualdad entre mujeres y hombres, y generar una sociedad más incluyente”, enfatizó.
Cifras de desigualdad
Liz Meléndez, directora de Flora Tristán, refirió que, aunque en los últimos años hubo avances en los derechos de las mujeres, la desigualdad con los hombres se mantiene porque no se logra avanzar en políticas vinculadas a los derechos sexuales y reproductivos, el empoderamiento de la mujer y su participación en el mercado laboral.
En estos aspectos, las cifras son claras. En mortalidad materna, por ejemplo, el Ministerio de Salud registró 325 decesos en el año 2016 y en lo que va de 2017 ya hay 12 casos. Entre las principales causas de estas muertes están las complicaciones derivadas de una gestación en condiciones precarias, y el embarazo precoz, pues en el Perú 15 de cada 100 adolescentes han sido madres o están embarazadas, y solo el 34% logra terminar la primaria.
Pero eso no es todo, de acuerdo con las cifras del INEI, al tercer trimestre de 2016, el 37.6% de mujeres manifestó padecer de algún problema de salud crónico, mientras que en los varones la tasa solo llega al 30%. Lo mismo pasa con los adultos mayores: el 82.1% de las mujeres de 60 o más años tiene alguna enfermedad crónica, frente al 70.6% de los varones de la misma edad.
“La base de esta diferencia puede estar en el trabajo doméstico no reconocido que realizan las mujeres a lo largo de su vida, el cual no se mide, pero produce enfermedades, dolencias y riesgos en la conservación del organismo”, anotó Rosa Mavila, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
Otra variable que hace evidente la desigualdad entre hombres y mujeres es el acceso al empleo. Según el INEI, de cada 100 hombres en edad de trabajar 81 están integrados a la fuerza laboral, mientras que las mujeres son solo 64 de cada 100. Y mientras el ingreso promedio de las mujeres es de 1,279 soles, el de los hombres llega a 1,901 soles.
En materia de participación política, la situación no es distinta. En las últimas elecciones generales se cumplió con la cuota de género al inscribir al 30% de postulantes, pero en 21 de los 26 distritos electorales la mujer se ubicó en el tercio inferior, disminuyendo así sus posibilidades de elección. “Las mujeres tienen, como se dice, un espacio de relleno; no tienen oportunidades reales”, comentó Mavila.
Y si hablamos de violencia, que es una de las manifestaciones de discriminación más nocivas hacia la mujer, la situación es peor. Solo el año pasado hubo 117 feminicidios y 241 tentativas de feminicidio, el Ministerio de la Mujer registró 60,589 casos de violencia física y psicológica contra mujeres y se contabilizaron 7,488 víctimas de violencia sexual.
Enfoque sin ideología
Ante las cifras evidentes de la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, Liz Meléndez enfatizó la necesidad de que el enfoque de género sea transversal y empiece desde la familia y desde la escuela.
“Un razonamiento correcto de por qué hay tanta violencia y discriminación a la mujer en el Perú se remite a la educación. Por ello, la necesidad de crear principios básicos sobre igualdad desde los primeros años de vida. Estas discriminaciones, violaciones y crímenes de género no solo deben sancionarse, deben prevenirse, y se previene con la educación, para no tener la sociedad que tenemos, tan machista, tan homofóbica, tan misógina y tan irrespetuosa”, sostuvo.
Mavila refirió, por su parte, que el enfoque de género no es algo nuevo sino una política que el Perú ha adoptado hace mucho tiempo y que es entendida por la clase política peruana. “Una muestra de ello es que casi todos los partidos que postularon en las elecciones generales de 2016 incluyeron en sus planes de gobierno políticas en favor de la igualdad, entonces trabajemos todos hacia ese horizonte”, aseveró.
TENGA EN CUENTA
- En el año 2015 se aprobaron 42 normas para promover la igualdad entre hombres y mujeres. De ellas, 10 tenían rango de ley, principalmente del Poder Legislativo, 7 eran de alcance regional y 25 eran normas regionales.
 - La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en setiembre de 2015, los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, que tienen como reto fundamental revertir la desigualdad de género.
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