Cerca de las 10 de la mañana de ayer, la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Yauli – La Oroya era un loquerío. La titular de esa oficina Betzabé Rodríguez Caro, corría de un lugar a otro coordinando el envío a Lima de cinco armas del mismo número de los agentes que participaron de la manifestación del pasado martes, día en que el ingeniero Edward Soto de la Cruz, de 41 años, murió víctima de una bala perdida.
“Aún no podemos afirmar quién realizó el disparo mortal. Por ello, estamos derivando las armas de esos policías a la Fiscalía de Lima para que se haga el peritaje correspondiente y se determine si de una de ellas salió la bala asesina”, sostuvo la magistrada Rodríguez Caro, quien no quiso dar más detalles sobre el caso.
Sin embargo, Perú21 pudo averiguar a través de uno de los asistentes de la fiscal, que entre los investigados está efectivamente Raúl Ramos Meza, tal como informó ayer este diario. La misma fuente refirió que fueron cinco efectivos los que, de acuerdo a sus declaraciones, utilizaron sus armas de fuego de manera disuasiva en la trágica manifestación, para preservar sus vidas.
Agregó que a todos ellos se les ha practicado pruebas de absorción balística, dosaje etílico, entre otros exámenes, para que puedan ser comparados con las pruebas a las armas enviadas a Lima. La situación en La Oroya, en tanto, se mantuvo en calma.
DATO
- La fiscal Betzabé Rodríguez refirió que la investigación es reservada debido a que no quiere que se filtren los nombres de más agentes investigados porque podrían pasar a la clandestinidad.
Por Martín Sánchez (msanchez@peru21.com)
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