Dentro de cuatro meses, en noviembre, la Municipalidad de Lima retirará las diez primeras rutas de transporte público que operan en forma paralela al corredor complementario San Juan de Lurigancho-Rímac.
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Así lo afirmó a Perú21 la presidenta de Protransporte, Roxana Rocha, quien precisó que este retiro de buses será de forma progresiva. “Una cantidad importante saldrá de ese eje vial hasta febrero del 2017”, detalló.
Manifestó que, cuando se retiren todas las unidades tradicionales, los buses morados tendrán exclusividad para operar en dicho corredor; es decir, funcionarán sin competencia de unidades.
“Son varias rutas (que agrupan un total de 4,000 buses) que saldrán de ese eje vial para dar la exclusividad a buses modernos y que funcionan a gas”, sostuvo.
Rocha afirmó que se estima que, al final de la etapa de preoperación (febrero del 2018), las 16 rutas troncales y las 14 alimentadoras deben operar al 100%.
Ante las quejas de los vecinos de Jicamarca, quienes dijeron que –con el retiro de los buses tradicionales– gastarán más dinero para trasladarse a sus respectivos destinos, la funcionaria de Protransporte aseguró que en ese sector funcionarán rutas alimentadoras.
“Los vecinos de Jicamarca se podrán movilizar en buses alimentadores y luego empalmar con otros en la vía troncal, que llegará hasta las avenidas Abancay y Brasil”, refirió.
DATO
- Recientemente, la Defensoría del Pueblo exhortó al municipio de Lima a que mejore los paraderos a lo largo de este eje vial. Algunos ni siquiera están en zonas pavimentadas.
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