“El medio ambiente no es algo aislado, es algo que podemos integrar en nuestra vida. Por ejemplo, el problema de los huaicos tiene que ver con el medio ambiente. Si hubiera un buen manejo de cuencas. Si se ponen parámetros duros de dónde establecer viviendas. Si no se retiran los bosques que sirven como esponja en la cabecera de las cuencas, se mitigarían los afectos de este fenómeno”, advierte Norma Salinas, doctora en Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford.
Norma posee más de un centenar de investigaciones, entre las que destacan el descubrimiento de dos especies de orquídeas en el Perú, el ciclo del carbono en los bosques amazónicos y los efectos del cambio climático en los Andes Orientales. Este último tema es una de sus preocupaciones.
“El cambio climático es un hecho. Junto a un equipo de investigadores hemos inventariado varias hectáreas de bosque, a lo largo del gradiente altitudinal, y se ha visto que muchas de esas plantas están escapando del calor. Si yo encontraba un árbol a 1500 m.s.n.m., ya no lo voy a encontrar allí, lo encontraré a 1800 m.s.n.m. Los árboles se desplazan mediante sus semillas, las tiran y las que caen a su altura se mueren y las que van más arriba germinan”, observa con inquietud la investigadora.
Su amor y entrega por la biología nació desde pequeña. Los paseos junto a sus padres y su único hermano por los campos de su amado Cusco le brindaron la fuerza física para recorrer el Perú y la curiosidad por la naturaleza. Gracias a esto nunca se vio relegada por el hecho de ser mujer.
“A diferencia de otras investigadoras, no he sentido el hecho de que se me haya relegado. Antes era difícil conseguir financiamiento para hacer investigación, había que buscar afuera. Me contacté con dos colegas varones de Estados Unidos y nunca les escuché decir ‘con ella no’. Mi condición física hizo que participara en el campo de igual a igual. Es más, ellos se avergonzaban y decían: ‘Cómo una mujer nos va a ganar, camina rápido”, recuerda entre risas.
La investigadora asociada del Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables de la Pontificia Universidad Católica del Perú también logró, gracias a sus investigaciones, que el Santuario Nacional Megantoni (Cusco) fuera declarado como área protegida.
“Es un lugar de especialización. De allí salen especies que van a Machu Picchu y otras al Parque Nacional del Manu porque está ubicado en medio de ellos. Es como la isla de Galápagos (Ecuador) en medio de los Andes”, señala la doctora con admiración.
Norma recibió la semana pasada el Premio Nacional L’oréal-Unesco-Concytec ‘Por las Mujeres en la Ciencia’. Está agradecida y considera que esto servirá como “aliciente para que otras mujeres puedan desarrollar más investigación. A ellas les aconsejo continuar trabajando, conseguir sus metas y hacer investigación para surgir en el Perú”.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.