Ministerio de Salud declara en emergencia sanitaria la calidad del agua de ríos tras derrame de petróleo

El Ministerio de Salud declaró en emergencia sanitaria por 90 días la calidad del agua de los ríos amazónicos que abastecen a miles de personas en distritos afectados por el reciente derrame de 2,000 barriles de petróleo, según una norma publicada este miércoles en el diario oficial El Peruano.

El decreto declara en “emergencia sanitaria la calidad del agua para consumo humano” en el distrito de Imaza, provincia de Bagua, en la región Amazonas, además de los distritos de Morona, Manseriche, Barranca, Pastaza y Cahuapana, de la provincia de Datem de Marañón, en la región Loreto.

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Un equipo de la Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud realizó evaluaciones del agua y suelo de varios afluentes de los ríos Morona y Marañón, en las regiones Amazonas y Loreto, en localidades impactadas por los derrames de petróleo ocurridos el 25 de enero y el 3 de febrero por fallas en el Oleoducto Norperuano, que administra PetroPerú.

El Minsa informó que dispuso incrementar la vigilancia sanitaria de los sistemas de abastecimiento de agua, en coordinación con los gobiernos regionales de Loreto y Amazonas.

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El lunes, el Ministerio de Energía y Minas confirmó que las roturas de ductos transportadores de petróleo en la Amazonía causaron el derrame al equivalente a 2,000 barriles.

Al día siguiente, el presidente Ollanta Humala anunció que habrá sanciones para los responsables y el 90% del crudo derramado fue recuperado.

“No podemos estar en la incertidumbre de que en cualquier día pueda producirse una rotura. Tiene que haber labores de mantenimiento y vigilancia de oleoducto”, consideró Humala.

La primera fuga ocurrió el 25 de enero en el kilómetro 441 del Oleoducto Norperuano. Impactó plantaciones de cacao y a las aguas que abastecen al río Chiriaco – que desemboca en el río Marañón – en el distrito amazónico de Imaza (23.000 habitantes), según la OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental).

El segundo derrame se produjo el 3 de febrero en el kilómetro 206 del oleoducto, en Morona (9,000 habitantes).