La estrategia del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) sobre la prevención y remediación del impacto de la violencia familiar en los hogares peruanos no solo se enfoca en las mujeres, niños, niñas y adolescentes abusados, también apunta a la reinserción familiar y social de los hombres agresores.
Mediante talleres en sus centros de atención institucional, el MIMP desarrolla un procedimiento de rehabilitación para varones con sentencias judiciales por abuso, cuyo objetivo es controlar el ejercicio de la violencia, “educándolos” y “habilitándolos” para comportamientos igualitarios y pacíficos.
Actualmente, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables cuenta con dos centros de atención, uno en de Breña y otro en de Carmen de la Legua, a donde son derivados los agresores por un juzgado de familia. Allí reciben terapias de 8 meses a un año.
En lo que va del año se han atendido en los talleres del MIMP unos 156 hombres que ejercieron violencia. El número podría aumentar si es que las víctimas de violencia llevaran sus casos hasta la última instancia judicial y si los juzgados sentenciaran por violencia familiar.
Entre enero y setiembre de 2014, el MIMP ha atendido 37,779 denuncias de violencia familiar y sexual en sus Centros Emergencia Mujer.
NUEVA ESTRATEGIA
Para contrarrestar esta situación, el MIMP está buscando el involucramiento de los varones en la estrategia de prevención de la violencia familiar, de tal forma que pasen de ser los causantes del problema a protagonistas del cambio.
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