Preocupante. En los últimos cinco años se ha incrementado en 187.5% el número de menores infractores que han sido intervenidos por portar un arma de fuego.
Del mismo modo, han aumentado en 70.5% los casos de niños y adolescentes que han sido dirigidos a un centro de rehabilitación por estar vinculados con el tráfico ilícito de drogas.
Así lo dio a conocer ayer Carlos Vásquez Ganoza, jefe de la Dirección General de Política Criminal y Penitenciaria del Ministerio de Justicia.
El funcionario reveló que, de acuerdo con un estudio elaborado por dicho sector, hay 5,300 adolescentes infractores que están en el sistema de reinserción social, ya sea en medios cerrados (albergues) o abiertos (libres).
Dicho documento alerta sobre la facilidad con la que los menores acceden a armas de fuego, lo que demuestra “que habría una tendencia a modalidades más violentas en la comisión de infracciones”.
Muchos de estos niños o adolescentes son usados por bandas como sicarios, tal como ocurrió con los conocidos ‘Gringasho’, ‘Kenny’ y ‘Bebito’.
También protagonizan sanguinarios ataques, como el sucedido a inicios de abril en el Callao. Un menor de 17 años disparó ocho veces contra Félix Ycochea Calgas porque creía que este era el amante de su madre. La familia del atacante tiene antecedentes.
Vásquez indicó que existen estudios que revelan que el acceso a armas se da por el ‘mercado negro’, que es alimentado por el mercado formal. “Cuando se incautan pistolas o revólveres, estos vuelven a las calles por corrupción. También hay un número de armas hechizas”, comentó a Perú21.
Sobre este mismo tema, César Ortiz, presidente de Aprosec, refirió que las armas se pueden adquirir en la avenida Argentina o a través de delivery.
Dijo, además, que los menores que se encuentran inmersos en el espiral de violencia que genera la delincuencia las consiguen con mucha facilidad.
El especialista señaló que se está llegando a tales extremos que ahora se ve a pandillas o ‘barras bravas’ que se enfrentan a balazos.
Ortiz indicó, además, que parte de este armamento, al que tienen acceso los hampones y los menores, es alquilado por malos elementos de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional.
Sostuvo que esta situación tiene una relación directa con el incremento de la violencia en los hogares. “Hay, cada vez, más hogares disfuncionales, donde hay problemas con el alcohol y la droga. Los adolescentes se encuentran en situación de mayor riesgo”, recalcó.
Dijo que el Estado ha dejado de intervenir en materia de seguridad. “Estamos en un momento en que se puede controlar el problema. Si lo dejamos pasar, se puede ir de las manos y espantar las inversiones”, destacó.
TENGA EN CUENTA
- El 53% de menores que están en el sistema de reinserción social vienen de familias desestructuradas, según el Plan Nacional de Prevención y Tratamiento del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal.
- Además, el 60% ha usado drogas, el 75% ha desertado de la escuela a temprana edad y el 60% no ha concluido la educación básica.
- Asimismo, el 10% es drogodependiente y debe ser sometido a tratamiento.
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