Para la familia Ochoa Moreno, el paseo escolar de su hijo —quien estudiaba en el colegio y academia Max Planck, en el distrito de Villa El Salvador— se convirtió en una tragedia.
Jeffrey, de 17 años, murió cuando el ómnibus en el que viajaba junto a 35 compañeros cayó a un abismo en la provincia de Cañete.
El vehículo quedó parcialmente destruido y, según reportó el noticiero ’90 segundos’ de Latina, las causas serían fallas técnicas y una mala maniobra del conductor.
Los jóvenes, estudiantes del quinto año de secundaria del consorcio de colegios y academias Max Planck, se dirigían hacia Lunahuaná para un viaje de despedida.
Jeffry Ochoa sufrió graves lesiones. Sus compañeros trataron de auxiliarlo, pero perdió la vida cuando era trasladado a un centro de salud.
Hay otros 9 estudiantes que permanecen graves en un hospital de la zona.
Exigen justicia
Vicente Ochoa y Teresa Moreno, padres del adolescente fallecido, exigen explicaciones del accidente en el que murió su menor hijo.
“Ninguna autoridad, ni de la empresa del bus, ni del centro de estuidios se han acercado a ofrecernos alguna explicación, ni para darnos el pésame. Nunca pensé que eran ese tipo de personas, yo confié mucho en esa academia para mi hijo”, dijo la madre al citado noticiero.
El padre del menor dijo que el bus presentaba fallas técnicas y que este nunca debió salir de Lima. “Tomaron todo a la ligera y esta es una pérdida irreparable, exigimos justicia”, manifestó.
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