Tal como se esperaba, los buses del Corredor Azul siguen estacionándose –de manera improvisada– en las dos primeras cuadras de las Av. Amancaes, en el Rímac, ante la falta de un local que sirva de paradero inicial o final.
Perú21 volvió a hacer un recorrido por la zona e identificó a las unidades de placas AOT-742 y DEY-915 que permanecían paradas, por varios minutos, en medio de la calle, obstaculizando el tráfico.
Los choferes –que, esta vez, estuvieron menos comunicativos que el sábado– culparon de esta situación a la Municipalidad de Lima, por no brindarles un espacio. Los vecinos también reiteraron sus molestias pues los conductores les piden comida, agua y hasta los servicios higiénicos.
En tanto, ayer las pruebas en el Corredor Azul se iniciaron a la una de la tarde. A diferencia de lo ocurrido en la víspera, no hubo mayores problemas entre el público ni en la frecuencia de circulación de las unidades.
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