Dos trabajadores de un fundo en Chilca, en Cañete, murieron asfixiados tras ingresar a un pozo de más de 30 metros de profundidad. Seis unidades de bomberos llegaron hasta el kilómetro 65 de la Panamericana Sur para rescatar los cadáveres.
Fidencio Pérez Ponce (27) ingresó a este pozo para extraer agua y regar los cultivos. Al ver que su compañero estaba en apuros, Antonio Sánchez Jiménez (60) bajó a auxiliarlo, pero ninguno pudo salir con vida.
Según se supo, las víctimas estaban dándole mantenimiento a una motobomba que succionaba el agua. El monóxido y los gases tóxicos que hay al interior habrían ocasionado la falta de oxígeno.
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