Si bien no es la más común y tampoco la más empleada, preocupa que pueda ser encontrada con relativa facilidad en exclusivas playas como Asia. Se trata de la heroína, una droga altamente adictiva que suele estar presente en las noches de desenfreno y juerga de los balnearios del sur, principalmente, durante los feriados largos como Semana Santa.
Este estupefaciente proviene del látex de opio, una planta que se siembra en San Martín, Amazonas, Huánuco y Cajamarca. La droga se puede fumar, aspirar o, incluso, inyectar.
Un estudio de Cedro encendió la alarma de su venta en el sur de Lima, donde el ‘paquetito’ puede llegar a costar entre 25 y 30 dólares.
Luego de encuestar a 771 personas que acudieron este verano a 13 balnearios del sur, se supo que casi todos los estupefacientes –cocaína, marihuana, PBC, opio, LSD, éxtasis y ahora hasta heroína– se consumen principalmente en tres playas: Asia, San Bartolo y Punta Negra.
“Este tipo de conductas se incrementa durante los feriados largos, como Semana Santa, y en las vacaciones, que son fechas en las que los jóvenes suelen escapar de la ciudad”, señaló a Perú21 Milton Rojas, especialista de Cedro.
PUNTOS DE VENTA
Si bien muchos consumidores obtienen la droga por ‘delivery’, también es cierto que se han incrementado los puntos de venta en los balnearios. Por ejemplo, Punta Negra se ha convertido en un centro de distribución de estupefacientes.
Fuentes policiales informaron que, a través de acciones de Inteligencia, se ha detectado que los consumidores adquieren las drogas en esta playa para luego acudir a las discotecas de Asia y comenzar las noches de diversión.
Son tres los principales distribuidores de estupefacientes en el sur. Ellos son conocidos como ‘Calín’, ‘Christian’ y ‘Sergio’, quienes –de acuerdo con los investigadores– procederían de La Victoria.
Se informó, además, que una de las drogas más vendidas es el éxtasis, que es ofrecida en las afueras de los centros de baile. Y ¿cómo lo hacen?
Perú21 conversó con el propietario de un negocio ubicado cerca de las discotecas más concurridas de Asia. Él nos contó que a los vendedores “se les ve dando vueltas en un auto negro o en motos –los viernes y sábados– por el grifo (Pecsa) que está por la carretera (Panamericana Sur)”.
Al respecto, Alfonso Zavaleta de Cedro informó que los microcomercializadores “caminan de manera misteriosa y van siempre con pequeñas cajitas o envases similares a los que se empleaban para guardar los rollos fotográficos. Ahí esconden las pastillas de éxtasis. No se atreven a ingresar a las discotecas: hacen su negocio fuera”.
Si bien el balneario de Asia es el reino de las drogas sintéticas –que abundan, sobre todo, en las fiestas electrónicas–, Zavaleta destacó que este consumo está creciendo en playas como Señoritas, Punta Hermosa y San Bartolo, donde también ha habido un boom de discotecas.
REDES SOCIALES E INTERNET
Ahora, no todo se hace en la calle o por teléfono. “El uso de las redes sociales e Internet es un medio importantísimo. Hay varios grupos de Facebook que ofrecen este tipo de productos que son llevados sin problemas a los balnearios del sur”, destacó Milton Rojas de Cedro.
Dijo que cuando se les ha preguntado a los consumidores de éxtasis la forma en la que conseguían sus ‘pepas’, el 30% respondió que lo hacía por Internet.
“Este medio ha hecho que los puntos de venta en Lima crezcan, pero en menor grado. Lo que pasa es que la vía para obtener los estupefacientes se ha diversificado”, recalcó.
A TODO PRECIO
- Las vías para obtener drogas se han diversificado, lo que ha incremento la oferta y a su vez ha ocasionado la caída de los precios, según Cedro.
- Por ejemplo, un paquetito de cocaína en el sur puede costar de entre 10 y 30 soles, tres ‘ketes’ de PBC llegan a un sol y la marihuana hasta cinco soles (para cinco cigarros). Sin embargo, hay tipos de esta última droga que, por su ‘calidad’, son vendidas hasta en 30 soles.
- Las drogas sintéticas son actualmente las más costosas. Sus precios vas desde 10 hasta 25 dólares.
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