Fría, calculadora y sin remordimiento. Así se mostró E.T.N. (14), quien ayer contó los detalles del asesinato de su madre, Vylma Gabriela Niño de Guzmán (63), cometido, según dijo, por su enamorado F.L.H. (16).
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Entre otras cosas, señaló que su progenitora no la dejaba salir con sus amigos y que la tenía encerrada todo el tiempo en su casa, ubicada en la Mz. O, Lt. 10, de Urb. Los Girasoles, en La Molina, lugar donde se produjo el macabro crimen.
Durante la declaración que brindó ante los detectives de la Divincri de La Molina, dejó entrever que la muerte de su progenitora significó la libertad que tanto buscaba y, por ello, no la defendió.
FEROCIDAD
El nuevo caso de filicidio ocurrió el pasado 11 de enero en el mencionado inmueble. A las 11:45 a.m. de ese día, E.T.N. hizo ingresar a su enamorado a su dormitorio a escondidas, donde sostuvieron relaciones sexuales, vieron televisión y almorzaron.
El muchacho se vio en aprietos cuando su padre, Walter Lozano, lo llamó por teléfono para exigirle que retornara a su domicilio. Vylma Niño de Guzmán se enteró de la presencia del muchacho cuando el padre de este acudió a buscarlo.
“Mi mamá cogió un fierro de 60 centímetros y empezó a golpearme. Mi enamorado me defendió. Vi que sacó una mancuerna de su mochila con la que golpeó a mi mamá en el ojo izquierdo. Forcejearon. Luego, él sacó un cuchillo. Ella le quitó la hoja y quiso atacarlo. Él se arrastró y alcanzó la mancuerna que se le había caído y golpeó (nuevamente) tres veces a mi madre en la cabeza”, contó la menor.
E.T.N. narró que, mientras esto ocurría, ella fue a lavarse la herida que la víctima le había causado en el dedo meñique de la mano derecha, en lugar de defenderla.
También sostuvo que, luego del homicidio, su pareja también fue al baño para limpiarse la sangre de los dedos.
“Cuando salí, vi a mi madre acostada sobre mi cama cubierta, con una frazada. Después, F.L.H. se acercó a ella”, precisó. Todo indica que ese fue el instante en que la remató.
Durante estos 57 días, el cadáver permaneció en la habitación de la joven. Para tratar de ocultar las evidencias, la pareja pintó la pared de negro. También rociaban insecticida para espantar los insectos y combatir el fuerte olor.
A pesar de esto, los adolescentes no tuvieron reparos en seguir viéndose en el lugar del crimen. Incluso llegaron a tener intimidad en varias oportunidades.
Según la Policía, la chica habría tomado S/.49 mil de la caja fuerte de sus padres e hizo diversas compras, entre estas, un perro que costó S/.700.
En la misma casa vive José Tejada Ramírez (90), esposo de la occisa, quien padece de Alzheimer. La adolescente ha sido denunciada por parricidio y por encubrimiento real.
DATO
- Tuvo a su hija E.T.N. (14) a los 49 años. Para esto, se sometió a un largo y costoso tratamiento de fertilidad.
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