A cuatro días del sismo de 5.7 grados en la escala de Richter que azotó la provincia de Caylloma y causó el colapso de 111 viviendas, la ayuda humanitaria aún no llega a todas las familias damnificadas. El gobernador de Caylloma, Gabriel Castro, dijo que los pobladores duermen en las calles porque los temblores continúan.
Precisamente ayer, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que en el lugar hubo un nuevo sismo de 3.9 grados. Pese a ello, las clases escolares se reanudarán mañana.
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