A cuatro días del sismo de 5.7 grados en la escala de Richter que azotó la provincia de Caylloma y causó el colapso de 111 viviendas, la ayuda humanitaria aún no llega a todas las familias damnificadas. El gobernador de Caylloma, Gabriel Castro, dijo que los pobladores duermen en las calles porque los temblores continúan.
A cuatro días del sismo de 5.7 grados en la escala de Richter que azotó la provincia de Caylloma y causó el colapso de 111 viviendas, la ayuda humanitaria aún no llega a todas las familias damnificadas. El gobernador de Caylloma, Gabriel Castro, dijo que los pobladores duermen en las calles porque los temblores continúan.