Édgar Cuellar, pasajero de un bus interprovincial de la empresa Bredde, que cubría la ruta Cusco-Abancay, fue asesinado por un grupo de delincuentes, luego de que este se negara a entregarles sus pertenencias.
Los hampones pusieron piedras en la vía para que el vehículo se detuviera y así llevar a sus más de 50 víctimas a las ruinas de Saywite, en Abancay, donde los despojaron de todos sus objetos de valor, según Canal N.
Los otros afectados pusieron la denuncia en la comisaría de la zona. La Policía de Carreteras de dicha región realiza las diligencias del caso.
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