El 60% de la contaminación del río Rímac procede de la actividad minera, seguido de los residuos domésticos (25%) y desechos industriales (15%), informó hoy Sedapal.
Godofredo León, especialista de la institución, indicó que a estos factores se suma lodo y piedras de los deslizamientos en época de lluvias, lo que incrementa los niveles de turbidez del agua sometida a tratamiento para consumo humano.
Refirió que la contaminación del río empieza a la altura de la localidad de Morococha, provincia de Huarochirí, a más de 100 kilómetros al este de Lima.
En ese tramo del cauce empiezan las descargas de relaves de las empresas mineras que operan en la zona, sin ningún tipo de tratamiento y que dañan la salud.
León resaltó la importancia de un creciente esfuerzo tecnológico para potabilizar la principal fuente de agua de la capital.
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