Estos tipos de estilos son opuestos, debido a que el nórdico tiende a ser cálido y el industrial es más frío, sin embargo pueden convivir en un mismo lugar sin inconvenientes.
El primero prioriza el uso de la madera clara, los tonos grises y suaves, y los tapices delicados de lino o algodón.
Por su parte, el segundo emplea elementos en su estado natural, como el hierro, cemento pulido y ladrillo expuesto.
Es así que en una sala puede optar por muros de ladrillo rococho, una mesa de centro y sofás con una base de madera de pino y enmarque el espacio con una alfombra de aspecto envejecido.
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