Mariella Sausa
La vida universitaria no está limitada solo a los jóvenes. La demanda laboral cada vez más exigente ha hecho que hoy en día muchos adultos que ya trabajan pero no tienen formación universitaria busquen alternativas para completar sus estudios y seguir siendo competitivos.
Juan Carlos Torres, por ejemplo, tenía la experiencia necesaria pero, por la falta de estudios universitarios, solo realizaba labores técnicas en su empresa. Hasta que decidió seguir el EPE, programa de formación para adultos, de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). “Fue un cambio importante en mi carrera profesional. A lo largo del tiempo noté cómo las oportunidades se fueron presentando y poco a poco fui tomando jefaturas hasta tener una gerencia comercial”, manifiesta.
Jacqueline Barrantes, directora de las Carreras de Negocios del programa EPE de la UPC, refirió que esta modalidad está dirigida a personas que trabajan y que desean profesionalizarse, desarrollar sus competencias personales y obtener un título que les permita seguir creciendo académica y profesionalmente.
MÁS OPCIONES
Ante la demanda, ya hay varias universidades que contemplan programas exclusivos de formación para adultos. La Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), por ejemplo, tiene el programa de Carreras Profesionales para Personas con Experiencia Laboral (CPEL), el cual se ha adaptado a las necesidades de los trabajadores con poco tiempo para estudiar, pero manteniendo la misma exigencia de las carreras con horario regular.
Carlos Villa, director de CPEL, refirió que la ventaja son los horarios flexibles, generalmente en las noches o los días sábados, para acomodarse a los requerimientos laborales de sus estudiantes, pero cumpliendo la misma carga académica de un alumno regular. Además, los profesores que dictan estos cursos tienen mayor experiencia y han sido capacitados por la universidad en técnicas y metodologías para la educación de adultos.
Adicionalmente, existe la posibilidad de que los cursos que los alumnos llevaron antes en sus carreras truncas o especialidades técnicas puedan ser reconocidos, siempre y cuando tengan el 70% de similitud con los cursos que llevan dentro del programa.
“La edad promedio de nuestros estudiantes es de 33 años. La mayoría son personas que en la edad juvenil no pudieron completar sus estudios superiores, pero que ahora, ante la alta competitividad del mercado peruano, necesitan continuar sus estudios para seguir escalando posiciones. También hay personas que siguieron carreras técnicas, emprendedores a los que les falta conocimiento para mejorar la gestión de su negocio o gente sin ninguna formación universitaria”, refirió.
CAPACITACIÓN CONSTANTE
Villa indicó que hoy en día no hay ningún puesto de trabajo que no exija a la persona estudios superiores para acceder a una jefatura o a un puesto de supervisión o gerencia. “Antes uno alcanzaba un grado académico de bachiller o maestría y dejaba de estudiar para siempre. Hoy en día, las personas tienen más de una maestría porque el mercado laboral lo está exigiendo y los cambios tecnológicos obligan a las personas a seguir capacitándose”, sentenció.
La Universidad César Vallejo también ofrece un Programa de Formación para Adultos. Danny Lizarzaburu, director del programa, señaló que en esta casa de estudios los postulantes pueden acceder a descuentos de hasta 25% por convenio con las empresas, así como a seminarios de actualización gratuitos.
DATO
- La ventaja de los estudios para gente con experiencia son los horarios flexibles.
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