Si bien la edad avanzada es un factor muy influyente para desarrollar pérdida auditiva, lo cierto es que resulta frecuente que los jóvenes de hoy presenten este problema.
Principalmente, es el elevado nivel de decibeles y el tiempo de exposición al sonido lo que incrementa el riesgo de sufrir daño auditivo. Para tener una idea: el oído humano puede tolerar sin problema estímulos sonoros entre los 40 y 60 decibeles.
Sin embargo, muchas personas que usan audífonos se exponen a más de 90 o 100 decibeles, lo cual provoca serios daños a mediano y largo plazo. Primer consejo: baje el volumen y use menos los audífonos.
ACCIONES A TOMAR
Otras posibles causas están vinculadas a enfermedades crónicas, al consumo de fármacos, a la contaminación sonora, a la herencia genética, entre otras.
Lo cierto es que si a usted deben repetirle lo que le dicen en una conversación porque no distingue con claridad, o si tiene que subir mucho el volumen del televisor para escuchar mejor, lo aconsejable es acudir a un médico para ser evaluado.
Así sabrá si se trata o no de pérdida auditiva, qué tan grave es la situación y si puede ser reversible con el tratamiento oportuno. No se descuide.
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