Fueron 18 etiquetas distintas de vino –procedentes de Argentina, Chile y Uruguay– y cinco platos que hicieron de nuestra noche golosa (y bien bebida) una experiencia de aquellas que resultan irrepetibles.
El escenario fue El Mercado, el restaurante ‘fresh and cool’ de Rafael Osterling, esa rara avis de nuestra gastronomía que logra que sus platos siempre luzcan bien y sepan mejor.
Convocados por Roberto Montenegro y Romovi, su importadora de vinos, alrededor de cien comensales disfrutamos de las creaciones de Osterling y de los buenos vinos de Romovi, que fueron seleccionados por cinco de nuestros mejores sommelieres: Claudia Eraso, Juan Pablo Figueroa, Juver Aliaga, Marco Carollo y María Jesús Pérez.
La noche empezó con un tiradito ‘apaltado’ de lenguado, conchas, langostino y leche de tigre, un plato popular elevado a la categoría de gourmet gracias al talento de Osterling. El vino con el que mejor maridó fue un Brisas Chardonnay (Chile, 2012)… aunque el Estival uruguayo de la bodega Viñedo de los Vientos no quedó mal.
La noche se hizo mejor con un mero asado y fabada asturiana, plato con notas ahumadas que se hizo espléndido gracias a la elegancia de un vinazo: el Sepia Pinot Noir… otra vez, de Chile.
Más tarde llegaron los ravioles de camarón que tenían un caldo de chupe y unas colitas –obvio, de camarón–, que nos hicieron creer que nuestro plato favorito de la gastronomía peruana podría ser aún mejor. ¿El vino? El Alma Negra Viognier… vinazo.
El ojo de bife con terrina de papa no nos entusiasmó tanto… pero, qué importaba, la noche era propicia y tenía vino: cerramos la noche con un Miras Cabernet Franc y un Gran Reserva Vistamar.
Al postre no llegamos, ¿para qué? Hay experiencias que, a la distancia, resultan más interesantes.
DATOS
- El Mercado está en Hipólito Unanue 203, Miraflores. Llame a Romovi Wines al 256-6890 y visite www.romovi.net.
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