La longevidad de los eunucos era significativamente superior a la de los hombres no castrados en la corte imperial en Corea, según un estudio publicado hoy en Estados Unidos, que sugiere que las hormonas masculinas contribuyen a acortar la vida.
“Este descubrimiento proporciona una clave importante para entender las razones de la diferencia de la esperanza de vida entre hombres y mujeres”, dijo Kyung-Jin Min, de la Universidad Inha de Corea del Sur, autor principal de la investigación publicada en la revista Current Biology.
Estos investigadores examinaron los registros genealógicos de los miembros de la corte imperial durante la dinastía Joseon de Corea, desde 1392 hasta 1910. Encontraron que los eunucos —empleados como guardias y sirvientes en los harenes de Medio Oriente y Asia— vivían de 14 a 19 años más que los no castrados, con un promedio de vida de 70 años.
Entre esas personas estudiadas, tres vivieron hasta los 100 años y más, lo cual es raro actualmente en los países desarrollados, según los autores del estudio. Tal longevidad no puede explicarse solo por las comodidades y otros beneficios que suponía la vida en el palacio imperial, agregaron.
Estos científicos también observaron que los emperadores y de los miembros masculinos de la familia imperial morían a menudo muy jóvenes, aproximadamente a los 40 años.
En muchas especies de mamíferos, incluyendo a los seres humanos, la esperanza de vida es más corta entre los machos. Esta diferencia puede explicarse, entre otras razones, por la acción de las hormonas masculinas en el sistema inmune y por el hecho de que estas predisponen a los hombres a los problemas cardiovasculares, de acuerdo con los autores del informe.
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