Los antibióticos no deben consumirse jamás por cuenta propia. Es labor del médico determinar el tipo de medicamento, la dosis exacta y el tiempo de tratamiento.
El consumo inapropiado de antibióticos puede provocar resistencia antimicrobiana. Es decir, los microorganismos que causan las enfermedades se fortalecen y, por ende, los fármacos pierden eficacia.
Hay personas que son alérgicas a determinados fármacos. La más común es la alergia a los antiinflamatorios no esteroides (Aines) como, por ejemplo, la aspirina.
El consumo no supervisado de analgésicos y ansiolíticos puede causar adicción.
Muchos medicamentos que no requieren receta médica para su venta pueden, no obstante, causar complicaciones en determinados pacientes. La misma situación puede presentarse con medicinas alternativas o naturistas.
Los suplementos vitamínicos solo deben consumirse en caso sea determinado por un médico.
Las personas con enfermedades crónicas deben, con más razón, ser
muy prudentes a la hora de consumir fármacos que no han
sido recomendados por sus especialistas de cabecera.
Las reacciones más comunes en caso de automedicación:
• Crisis alérgicas
• Arritmias, palpitaciones y otras complicaciones cardíacas
• Lesiones gastrointestinales
• Daño renal
• Daño hepático
Recomendaciones para tratar una dolencia:
- Si presenta alguna molestia, acuda a un médico.
- No busque diagnósticos ni tratamientos en Internet.
- El farmacéutico o personal que atiende en una farmacia está en capacidad de brindar información sobre medicamentos, pero no debe ofrecer diagnósticos sobre enfermedades.
- No consuma medicamentos recomendados por otras personas, por más que hayan sido muy efectivos en estas.
- Cumpla al pie de la letra el tratamiento farmacológico asignado por el médico.
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