Un cliché como “escuche melodías para el corazón” puede tomar un giro distinto. Un estudio presentado el año pasado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, sostiene que escuchar música, durante 30 minutos diarios, contribuye a fortalecer el corazón.
¿Qué ocurre? Escuchar sonidos agradables influye notablemente en el endotelio, un tejido que regula el funcionamiento cardiovascular. Algunos doctores ya emplean estos conceptos como tratamientos.
Para obtener mejores resultados, según los científicos a cargo del estudio, resulta vital complementar la labor melómana con actividad física frecuente.
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