Los peruanos transmitimos nuestro afecto a través de un plato de comida. Esa es nuestra manera de demostrar cariño, respeto y consideración. Por eso, casi siempre estamos comiendo, celebrando.
Y este domingo es una fecha que, incluso los descreídos, los escépticos, están dispuestos a festejar: el Día del Padre. Lo común es que la familia salga a comer fuera, busque un espacio sibarita, uno donde ofrezcan los platos preferidos de papá, y en feliz armonía se desarrollen los festejos.
El inconveniente de estas salidas es que en fiestas todos los locales están abarrotados, la felicidad colectiva puede ser ruidosa e incómoda y, además, las cuentas por pagar onerosas. ¿Y si uno decide quedarse en casa? ¿Acaso allí uno no puede celebrar al papá? La reunión podrá ser más íntima, más sabrosa y, claro, también más económica. Solo hace falta alguien dispuesto a cocinar, a demostrar su amor guisando.
COCINANDO PARA PAPÁ
Por eso, para celebrar a nuestro padre, convocamos al cocinero Israel Laura, quien, a propósito, es padre de 2 niños y pronto tendrá un tercero: su nuevo restaurante, Kañete, en el Jr. Cañette 550, en el Centro de Lima.
A Laura le pedimos que crease dos platos sencillos, sabrosos y con un toque casero; fáciles de preparar, con ingredientes de temporada y al alcance de todo presupuesto, de tal manera que hasta el no iniciado en las lides de la cocina pudiera prepararlos.
Nos fuimos al mercado y vimos que la cabrilla estaba a S/.10 el kilo. Escogimos una de tamaño medio y a Israel se le ocurrió que iría bien con una pasta. Luego, en la sección de carnes, nos dimos con la grata sorpresa de que el bisté estaba en oferta, a S/.14 el kilo, y compramos un par bien gorditos para que Israel Laura hiciera unos de sus jugosos guisos de cuchara.
Luego nos proveímos de papas, especias y verduras y listo, a cocinar. Ya teníamos dos opciones distintas para celebrar, una con pescado y otra con carne, para todos los gustos, para todos los paladares y, sobre todo, para todos los presupuestos.
TALLARÍN CHALACO
Instalados en la cocina, Israel Laura nos enseñó a preparar una salsa o sofrito base, uno que podría acompañar tanto al pescado como a la carne. Este sofrito tiene cebolla blanca, tomate y sal, los que son dorados en una olla con abundante aceite.
Una vez obtenido este sofrito se le agrega vino blanco, aceitunas verdes, estragón y alguna hierba especia o hierba aromática que al festejado más le guste.
Mientras tanto, los filetes del pescado se cortan en piezas de unos 4×5 centímetros, se les agrega sal y pimienta, se los enharina y se los fríe en abundante y muy caliente aceite. Sea cuidadoso en la cocción, recuerde solo queremos freír el pescado, no hacerlo chicharrón.
Mientras la salsa gana sabor por el aporte del vino blanco y las aceitunas y hierbas y un toque de ají limo, y se fríe el pescado, se sancocha la pasta. Nosotros elegimos un tallarín delgado, porque nuestra intención es que el jugo de la salsa penetre la pasta y lo haga un bocado goloso, jugoso, sabroso.
El tallarín debe estar al dente. Una vez cocida la pasta y la salsa a punto, vertimos los tallarines sobre ella. Removemos y servimos en una fuente. Sobre los tallarines se colocan los trozos de pescado frito, un poco más de aceitunas verdes y, sobre todo, bastante perejil picado para que le aporte cuerpo y crispy. Listo, con ustedes el tallarín chalaco.
Para brindar, nada mejor que una buena copa de vino blanco. Esta vez elegimos un Animal, un Chardonnay argentino que tiene cuerpo, presencia y sabor. A celebrar.
GULASH PERUVIANO
Para preparar este delicioso plato, primero agregue sal, pimienta y comino a los bistés, que previamente han sido cortados en pedazos mediamos. Luego, hay que enharinarlos. Laura dice que hace esto porque, al cocerse, la harina hará que el guiso espese. Luego fría la carne, siempre en abundante aceite.
Una vez que la carne esté lista, ponerla en una olla grande junto con el sofrito de tomate, ajos y cebolla blanca. Agregue, abundante vino tinto, alrededor de medio litro, porque sobre ese jugo se cocerá la carne, que tendrá una cocción lenta y ese vino, inevitablemente, se evaporará, pero dejará todo su sabor.
Ah, si lo desea, este es el momento para ponerle a este ‘gulash peruviano’ zanahoria, garbanzos, vainitas, alverjas verdes. Este es un guiso, y los guisos son generosos, muy dúctiles y casi todo lo admiten.
Una vez que, después de una larga cocción a fuego bajo, la carne esté suave, agregue las papas. Nosotros elegimos unas nativas y pequeñas, pero usted puede optar por las amarillas, blancas, rojas, moradas, azules… la que más le guste.
Tenga cuidado con la cocción porque las papas deben conservar su consistencia: estamos haciendo un guiso, no un puré. Luego agregue champiñones, zapallito italiano cortado en láminas y, poco antes de apagar el fuego, cubra el ‘gulash’ con las hojas de acelga.
Después de apagar el fuego, deje reposar un par de minutos y, luego, sirva en una fuente. Para maridar, Israel Laura recomienda un vino tinto. Esta vez elegimos un Malbec argentino, también de la línea Animal. Porque, como dice Israel, tan bueno como comer es beber… y si se pueden juntar ambos placeres, mejor.
Las recetas están listas, los platillos, también. Atrévase a replicarlos y a cocinarle a su padre en su día. Ya le enseñamos cómo hacerlo, a usted le toca poner la mano, la sazón y, sobre todo, el amor. ¡Feliz día papá!
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