“El castigo no es buen recurso durante el aprendizaje”, cuenta Úrsula (40), madre de un niño de 10 años. “Un psicólogo nos explicó que, como dicen los eslóganes, los niños aprenden jugando. La represión, en muchos casos, daña el autoestima y el desarrollo en general”, agrega.
Valeria Bringas, actriz y animadora infantil, conoce muy bien la importancia del juego. “El acto de jugar, hasta los 5 o 7 años de edad, es la primera forma de aprendizaje que tienen los niños. Un niño al que se le priva el juego, es un niño que no va a aprender”, explica Bringas, que también ha estudiado Educación Inicial.
Según el francés Bruno de la Chiessa, docente de Harvard y experto en neurociencia, el miedo es un factor que obstaculiza el aprendizaje, mientras que el juego lo facilita.
El especialista sostiene que los padres, desde temprana edad, deben fomentar un enfoque de crianza basado en un aprendizaje placentero. Es decir, lejos del “letra con sangre entra”. Para tomar nota.
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