Desconectarse
A la hora de leer, estudiar y hacer trabajos, conviene dejar de lado las distracciones electrónicas. Cierra las redes sociales, pon en silencio tu celular y concéntrate.
El lugar perfecto
Todo alumno debe contar con un espacio cómodo para dedicarse a tareas intelectuales. Hay quienes necesitan soledad y paz absoluta, mientras otros prefieren lugares públicos. Cuestión de gustos.
Compartir
Una forma de ganar tiempo es enseñar lo estudiado. Poder relatar a un compañero, o incluso a alguien fuera del entorno académico, ayuda a consolidar lo aprendido.
Software de organización
Hay diversos programas, tanto para computadoras como para móviles, que son de gran utilidad para organizar el tiempo y las actividades.
Una tarea a la vez
Ser multitarea puede ser estresante y hasta ineficiente. Lo más apropiado para un estudiante es realizar una tarea tras otras, con calma, atención y bien hecha.
Pausas
Durante el estudio es necesario hacer pausas. Si se trabaja frente a una computadora, hay que dar descanso a los ojos, estirar las piernas y realizar ejercicios breves de respiración profunda.
Ejercicio
Media hora de actividad física –por lo menos– al día aporta beneficios al cuerpo. No digas que no tienes tiempo: sí lo tienes. Es cuestión de fuerza de voluntad.
Dormir bien
Si bien madrugar es apreciado como símbolo de compromiso estudiantil, lo ideal es no tener que perder horas de sueño. Dormir menos de ocho horas diarias afecta la salud, según diversos estudios médicos.
Hacer fichas
En tiempos de sobrecarga de información, conviene seleccionar y separar lo más importante para, después de un tiempo, recuperarlo con facilidad. No tengas miedo a subrayar, usar pósits.
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