ORIGEN
Se cree que las semillas de chía provienen del ande peruano. Sin embargo, su origen real se ubica en la Mesoamérica precolombina.
BUENA CARGA
Las semillas de chía poseen un alto valor nutritivo. Cuentan con omega 3, calcio, magnesio, hierro, zinc, potasio, fósforo, vitamina B, proteínas y fibra. Es un alimento muy completo, sin duda alguna.
PROVECHO
El consumo de los nutrientes mencionados se traduce en regulación del colesterol, descenso del nivel de glucosa en la sangre, mejora de la función intestinal, prevención de males cardiovasculares, entre otros.
PREPARATIVOS
Debe remojarse antes de ser consumida. El tiempo apropiado es de 15 a 30 minutos. La hidratación es necesaria para que la persona pueda aprovechar mejor los nutrientes.
FÁCIL DE COMER
La chía se digiere sin complicación por la mayoría de personas. Es idónea para intolerantes al gluten, diabéticos y adultos con colesterol elevado. La dosis diaria sugerida oscila entre una y dos cucharadas.
¿CÓMO CONSUMIRLA?
Jugos: Agregue una o dos cucharaditas de semillas de chía al jugo. Remueva bien y listo.
Aceite: Es un producto elaborado a partir de las semillas. Muy recomendable.
Harina: Ideal para preparar postres saludables. Se consigue en tiendas especializadas.
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