La deshidratación provoca fatiga, resequedad en la boca y disminución en las facultades mentales y físicas. En casos más severos, puede comprometer las funciones renales.
Los casos de deshidratación aumentan en verano, básicamente porque las altas temperaturas provocan una mayor eliminación de sudor. Y si usted realiza actividad física demandante, peor aún.
Es por ello que, según el Club Médico Deportivo Bodytech, la hidratación resulta vital en las personas que se ejercitan. La dosis diaria de agua recomendada oscila entre los 2 y 2.5 litros. Evite las bebidas azucaradas o que contengan cafeína.
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