El tribunal federal de apelaciones de San Francisco confirmó hoy que Google se propasó al interceptar información privada de usuarios a través de sus vehículos equipados con cámaras encargados de tomar las imágenes del modo Street View de sus conocidos mapas.
En su veredicto, la corte presidida por el magistrado James Ware, dio por buena una decisión judicial anterior que dictaminó que la captura no intencionada de datos personales cometida por Google atentaba contra la Ley de Escuchas de EE.UU.
Google capturó a través de sus sistemas, desde direcciones a números de teléfono, contraseñas, mensajes y correos electrónicos de usuarios que estaban conectados a una red Wifi abierta cuando sus automóviles pasaban por delante retratando el entorno.
La tecnología de Google usa bases de datos de redes Wifi y su posición para afinar la localización de un dispositivo.
La polémica sobre el “espionaje” callejero de Google comenzó en 2010 cuando autoridades europeas empezaron a preguntar a la empresa de internet qué tipo de información obtenía a través de sus coches Street View.
Google descubrió que había recogido datos privados y corrigió el error, pero fue demandado.
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