La experiencia de romperse un hueso es empeorada con el uso un yeso para ayudar al proceso de curación. Quien ha utilizado este implemento por largos periodos sabe que son incómodos son y que, con el tiempo, empiezan a oler mal debido a las dificultades para limpiarlos.
Jake Evill, un diseñador de la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda, decidió sustituir este implemento médico con un nuevo molde creado con una impresora 3D. Su modelo, denominado molde Cortex, funciona como un exoesqueleto que se coloca sobre la extremidad afectada y tiene como ventaja ser liviano, lavable, ventilado y reciclable, informó Wired.
La idea de Evill es que los pacientes con fracturas se hagan un escaneo 3D junto a la radiografía. Un programa de computadora determina la forma que debería usar el exoesqueleto para darle más soporte al área afectada.
El prototipo del Cortex fue impreso en un plástico de nailon, tiene un grosor de 3 milímetros y pesa menos de medio kilo. Evill, que admite que su proyecto todavía está en etapa inicial quiere llevar su idea a la práctica con la ayuda de un hospital y encontrar a una compañía que acepte producir su idea.
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