El presidente Pedro Pablo Kuczynski llega a su punto más bajo de aprobación y más alto de desaprobación desde que comenzó su gobierno. Normalmente, el mensaje por 28 de julio renueva las esperanzas y aumenta las expectativas de la población. Sin embargo, no fue así. Por un lado, la tendencia en la caída de la aprobación muestra la falta de acción del gobierno frente a los principales problemas del país, los cambios insuficientes en el gabinete y la huelga médica y magisterial. Por otro lado, el mensaje en sí mismo. Poca gente siguió y está enterada del discurso de PPK, que obtuvo una calificación muy baja, de 10.7, prácticamente jalado. Además, consideran que varios temas importantes, como la seguridad ciudadana y la corrupción, no se trataron como deberían y las huelgas ni se tocaron. El nivel de expectativa frente a los logros del gobierno es bastante bajo, hay pesimismo. Los ojos van a estar puestos en el tema económico y si la población no ve resultados concretos en este campo y en seguridad ciudadana, continuaría la tendencia a la baja en la popularidad presidencial.
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