Los restos de Luis Alberto García Rojas, el capitán del Ejército Peruano declarado como el último héroe peruano tras fallecer cuando de piloteaba el helicóptero que el 29 de enero de 1995 fue derribado por misiles ecuatorianos durante el combate armado en el Alto Cenepa, fueron exhumados ayer jueves ante la sola presencia de su viuda Julia Panta.
El hecho fue duramente criticado, pues durante el retiro del cuerpo del del último héroe peruano del cementerio Jardines de la Paz, en La Molina, no hubo ningún homenaje, ni tampoco llegaron hasta el lugar representantes del Ejército, como es costumbre en este tipo de actos protocolares.
Esto ocurrió pese a que el Poder Judicial ordenó al Ministerio de Defensa que se encargue de trasladar los restos de Luis Alberto García Rojas a la cripta de los héroes, en el cementerio Presbítero Maestro y en su lugar, su viuda trasladó el ataúd hasta su vivienda en Surco, y en este lugar pasó la noche.
Mediante un comunicado, el Ejército indicó que tanto la exhumación como el traslado de los restos de Luis Alberto García Rojas a la cripta de los héroes fue cancelada por un tema de seguridad, ya que empezaron a circular invitaciones no autorizadas y ello ponía en riesgo a los invitados y autoridades que asistirían a la ceremonia, y que la nueva fecha sería dada a conocer en los próximos días.
Por su parte, el ministro Pedro Cateriano fue consultado sobre el tema la mañana de este viernes durante una conferencia de prensa por la realización de la Cumbre Apec 2016 e indicó escuetamente que “la cripta de los héroes es un lugar donde reposan los héroes de la Guerra del Pacífico. El traslado (de los restos de Luis Alberto García Rojas) se solicitó por mandato judicial y se va a realizar porque en un estado de derecho se acatan las resoluciones judiciales”.
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