Josefina Miró Quesada
@josefina_28
El jueves 10 de marzo el Partido Nacionalista, por decisión de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), retiró la candidatura de Daniel Urresti a la Presidencia de la República, y la lista al Congreso de la República, para las elecciones generales de este año. Esto sucedió un día después de que la congresista nacionalista Ana María Solorzano adelantara a la prensa que la decisión se tomaría para salvar la inscripción del Partido Nacionalista ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Solórzano aludía al requisito de la valla electoral, una barrera legal incorporada en la Ley Orgánica de Elecciones (LOE) desde el 2006 para limitar el acceso al Congreso de la República de los partidos que no superen determinado porcentaje en la votación nacional de las elecciones generales. La finalidad es clara: combatir la excesiva dispersión o fragmentación de la representación reduciendo el número de partidos en el Parlamento, lo que facilitaría la toma de acuerdos.
La valla puede superarse de dos modos (basta cumplir uno). El primero, es que el partido alcance mínimo el 5% de los votos válidos para el Congreso de la República. Y el segundo es, teniendo al menos seis congresistas elegidos en más de una circunscripción electoral (por ejemplo cinco en Lima y uno en La Libertad).
Por más que la ley no lo dice, se entiende que ambas opciones son equivalentes. El equivalente de 5% de 130 congresistas, sin embargo, es siete (6.5 se redondea a 7), pero para cuando la ley se creó el Congreso lo constituían 120 congresistas, por eso sigue diciendo “seis”, y esto no se ha modificado. El cálculo se realiza sobre la lista al Congreso, no la candidatura presidencial.
Hasta antes del 2006, cuando no existía esta valla, en los periodos de 1995-2000, 2000-2001 y 2001-2006 ingresaron respectivamente 13, 10 y 11 organizaciones políticas al Congreso. En los dos últimos periodos, si bien en 2006 y en 2011 ingresaron solo 7 y 6 respectivamente, parte de estas organizaciones fueron alianzas que se desintegraron una vez llegado al Congreso (como sucedió en 2011 con Alianza para el Gran Cambio). Es decir, la finalidad de combatir la fragmentación partidaria no se logró.
Por eso para Fernando Tuesta, implementar esta valla requiere también otras medidas, como prohibir las alianzas. Para el presidente de la Asociación Civil Transparencia, Gerardo Távara, la solución está, más bien, en incrementar la valla a 2.5% por cada partido que se sume y así desincentivar la conformación de alianzas.
“Esto obligaría a que los partidos piensen bien antes de formar una alianza y se evite lo que está ocurriendo”, señala. Y, para lograr que las alianzas perduren destaca la necesidad de regular el llamado “Transfuguismo”.
En la actualidad, la instauración de esta valla ha generado dos efectos principales. La primera es la creación de alianzas. Agregar partidos con candidatos lo suficientemente populares ayuda a sumar los votos necesarios para superarla. Más aún si el artículo 20 de la LOE no distingue si para cumplir el requisito de la valla y acceder a la “distribución de escaños del Congreso” hay que ser alianza o partido. Es decir, seas uno u otro, la valla es la misma: 5% de votos válidos o seis congresistas en más de una circunscripción electoral.
La segunda consecuencia de no superar la valla es la pérdida de la inscripción del partido ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Este es un requisito para participar en las siguientes elecciones. Esto está regulado por la LOE, pero también por la Ley de Organizaciones Políticas (LOP). Y como se recordará, esta última fue modificada en enero de 2016.
Entras las modificaciones se establecieron más causales al artículo 13 que regula los supuestos en los que se cancela la inscripción de un partido. Uno de estos es cuando no pasa la valla, es decir, cuando no consigue 6 representantes en más de una circunscripción o mínimo 5% de los votos válidos a nivel nacional.
El otro (y acá es donde se ha generado una discusión importante) es que, tratándose de alianzas, la valla para mantener la inscripción aumenta un punto porcentual por cada partido que se sume a la coalición. Por ejemplo, si una alianza está conformada por tres partidos, como el caso de Alianza Popular integrada por el Partido Aprista, PPC y Vamos Perú, la valla sería de 7%. Ojo que este cambio en la valla es solo sobre la pérdida de la inscripción, no sobre el ingreso al Congreso que seguiría siendo el mismo para alianzas y partidos (5% de votos válidos).
Por eso, para mantener la inscripción se han retirado de la contienda electoral los partidos Siempre Unidos de Felipe Castillo, el Partido Nacionalista, Perú Patria Segura de Renzo Reggiardo y recientemente, Todos por el Perú (TPP), cuya candidatura presidencial fue tachada por el JNE. De hecho, en 2011, el partido TPP fue parte de la Alianza Solidaridad Nacional que, si bien no tuvo lista parlamentaria, superó la valla gracias a la Alianza y mantuvo su inscripción (luego esta fue utilizada por Guzmán para participar en estas elecciones).
La decisión de retirar estas candidaturas es resultado de otro cambio a la LOP. Además de perder la inscripción del partido por no superar la valla, también se pierde “por no participar en dos elecciones generales sucesivas”. Hasta antes de este cambio, se perdía con no participar en una elección general y ahora la ley permite que no participe en una y mantenga la inscripción.
Por eso aquellos que ven que tienen pocas posibilidades de pasar la valla para acceder al Congreso, pueden no participar (o renunciar a medio proceso) y salvar su inscripción. Távara indica que “aunque las cédulas estén impresas, pueden seguir retirándose y mantener la inscripción”. La ley no señala plazo para retirarse.
Para Tuesta, tal como está regulada la valla electoral no permite alcanzar los objetivos que se plantea. Además de la propuesta de eliminar las alianzas, sostiene otras. Según el reglamento del Congreso, para constituir una bancada se requiere siete congresistas.
Agrega que esta exigencia legal debería replantear la valla electoral para que ya no sea el porcentaje de 5% o un mínimo de seis congresistas, sino que se exijan ambos. De esa manera, señala, una vez que ingresen al Parlamento, los partidos tendrían el mínimo de congresistas del mismo partido necesarios para crear una bancada. Távara coincide con esta propuesta.
¿ALIANZA POPULAR?
Según la última encuesta de Ipsos Apoyo del 13 de marzo, Alianza Popular tiene una intención de voto de 6%. Este dato hizo entrever que no pasarían la valla electoral del 7% que corresponde a su alianza para ingresar al Congreso de la República.
Como se mencionó antes, para hacerlo, sea alianza o partido, según la LOE necesitarían el mínimo de 5% de votos válidos (o la otra opción es conseguir seis congresistas en más de una circunscripción electoral). Esta no fue la ley modificada, sino la LOP que regula la cancelación de la inscripción.
Lo que hay que discutir es entonces cuál es valla que se aplica para que las alianzas mantengan su inscripción. Según Távara, el JNE aún no se ha pronunciado sobre si va a aplicar la modificación a la LOP que exige una nueva valla. Es decir, no se sabe si se aplicará la valla anterior del 5% o la nueva valla que añade 1% por cada partido sumado (7% en el caso de Alianza Popular). Si esta alianza participa en estas elecciones y no supera esta valla, podría cancelarse la inscripción de los partidos que la conforman.
Távara indica que Transparencia ha instado al JNE a pronunciarse para aclarar este punto cuanto antes. Si bien esto permitiría conocer la valla necesaria para que Alianza Popular mantenga su inscripción (sea 5% o 7%), la alianza tiene también otra opción para hacerlo, a través de un mínimo de seis representantes al Congreso de la República en más de una circunscripción electoral.
Según Tuesta, aplicar la modificación a la LOP publicada en enero de 2016 sí sería cambiar las reglas del juego. Esto debido a que las alianzas se crearon en diciembre del año pasado. Y un factor importante para decidir si un partido va en alianza o no es conocer el mínimo necesario para superar la valla electoral necesaria tanto para ingresar al Parlamento como para mantener su inscripción. Es decir, los partidos decidieron ir en alianza cuando la valla para cumplir esto último era de 5% para alianzas (y partidos), y no 1% más por cada partido que se sumase. Por tanto, Tuesta explica que la valla en casos de alianzas para estas elecciones debería continuar siendo 5% y la modificación debería aplicarse recién para las siguientes elecciones.
CÉSAR ACUÑA
No necesariamente todos los partidos que se presentan a la elección parlamentaria tienen que presentar un candidato a la Presidencia. Luego de que César Acuña fuese excluido de la carrera electoral, su partido, Alianza por el Progreso (APP) ha decidido arriesgarse y mantener la lista de candidatos al Congreso. Según Tuesta, “quizás no para conseguir el 5%, sino seis congresistas, la otra alternativa que ofrece la ley”.
Por Josefina Miró Quesada (josefina.miroquesada@peru21.com)
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