Pilar Sánchez/Lina Godoy
Pese a que hace 15 días, durante el operativo ‘Dédalo 2013’, las Fuerzas Armadas y la Policía presentaron como un logro la captura de 25 personas acusadas de colaborar con el terrorismo en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), todas –sin excepción– han sido puestas en libertad.
La historia de esta polémica decisión judicial es así: el último domingo la fiscal Eneida Aguilar denunció ante el Poder Judicial (PJ) por el delito de colaboración con el terrorismo a 17 de los 25 detenidos y solicitó la detención de 16 de ellos.
Sin embargo, ayer, pese a las evidencias que se presentaron, la titular del Segundo Juzgado Provincial Nacional, Mercedes Caballero, les abrió proceso a los 16 denunciados pero dispuso que enfrenten la investigación en libertad, con lo cual todos volvieron a sus lugares de origen.
CON LOS QUISPE PALOMINO
Fuentes de la Policía revelaron a Perú21 que la medida judicial ha causado indignación en la institución porque las fuerzas del orden junto con el Ministerio Público habían recabado suficientes pruebas y testimonios de testigos claves contra los involucrados.
En efecto, se tuvo acceso a las declaraciones de colaboradores eficaces que sindican directamente a dos de los liberados por la jueza Caballero: David Pelayo Mendez, alias ‘Percy’ o ‘chato David’, y a Pablo Maldonado Quispe, alias ‘Pablo Maldonado’, como colaboradores de los senderistas Quispe Palomino.
En el caso del ‘chato David’, el testigo Clave TDTV-2012-02 lo acusa de pertenecer a la facción de Sendero Luminoso que opera en el VRAEM, formando parte de una organización terrorista denominada ‘guerrilla’.
El colaborador señala además que el procesado mantenía comunicación directa, mediante una radio portátil, con los dirigentes subversivos Jorge Quispe Palomino, camarada ‘Raúl’, el asesinado senderista Alejandro Borda, camarada ‘Alipio’, y el condenado por narcoterrorismo Florindo Flores Hala, en el transcurso del año 2006.
Otro testigo reveló que el investigado proporcionó alimentos y medicinas a los dirigentes y mandos de dicha organización. Asimismo, lo acusan de haber realizado el traslado de droga en la zona del VRAEM.
Y, por último, durante la operación contraterrorista denominada ‘Ocaso Rojo’, efectuada en febrero de 2013, en la zona de Vizcatán, se encontró en una libreta decomisada a los dirigentes senderistas varios números de documentos nacionales de identidad (DNI). La Policía constató que uno de ellos pertenecía a Pelayo.
Asimismo, registra antecedentes por los delitos de terrorismo y Tráfico Ilícito de Drogas (TID).
Respecto a Maldonado Quispe, el testigo CDTSA-1969 asegura que cuando este se desempeñó como alcalde de Ayahuanco, lo vio reunirse de seis a siete veces con el camarada ‘Alipio’.
“Lo llamaba por teléfono y se encontraban por la zona de Huayhua, Jauncán, Puente Mellizo. En esas ocasiones vi que ‘Pablo’ le entregaba dinero, prendas de vestir, cajas de dinamita, fulminantes”, asegura el testigo.
Indica también que en otra oportunidad vio al procesado reunirse con los camaradas ‘Raúl’ y ‘Alipio’, a quienes también les hizo entrega de víveres, dinero, prendas de vestir, varias cajas de dinamita y fulminantes.
Por otro lado, Marco Ibazeta, expresidente de la Sala penal de Terrorismo, explicó que las declaraciones de testigos no son suficientes para ordenar detención en la apertura de un proceso.
FICHA
MERCEDES CABALLERO
Titular del Segundo Juzgado Penal.
- En menos de 24 horas, la jueza revisó la denuncia fiscal, que demoró en prepararse casi quince días.
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