Creo que debería proceder la orden de detención pedida, teniendo en cuenta que el ex presidente Alejandro Toledo ha venido entorpeciendo la actividad probatoria en el proceso. Lo ha hecho constantemente y cabría una medida cautelar.
Una vez que esto se dé, los supuestos para la extradición serían los mismos que en el anterior pedido (caso Odebrecht). De todos modos, será la justicia federal de los Estados Unidos la que resolvería el proceso por doble incriminación.
Uno de los puntos importantes en cuanto al pedido de extradición es que bajo ninguna razón se puede considerar al ex presidente como víctima de una persecución política. Son delitos ordinarios y eso es lo que se tiene que demostrar de manera adecuada desde la defensa del Perú.
Lo que nos interesa no es si se acumulan dos casos contra Toledo, sino la solvencia con que se haga el pedido. Lo ideal es pedir extradición por todos los procesos, porque de eso se va a vincular los casos por los que se le juzgue en el Perú. Pero ahora se tiene que probar ante Estados Unidos que no es un perseguido político.
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